Nadie le pincha el Globo. Cuando parecía que se quedaba sin Copa Libertadores, Huracán sacó chapa enVenezuela y, con un gol agónico, se metió en la fase de grupos.
El conjunto argentino caía 2-0 anteCaracas y se despedía de la competencia continental. Sin embargo, en el último suspiro apareció Diego Mendoza y, con un notable cabezazo, cambió por completo la historia.