“Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscar casi al fin del mundo; pero aquí estamos”, fueron las primeras palabras del jesuita que, entonces con 76 años, eligió llamarse “Francisco”, dejando clara su identificación con San Francisco de Asís, y que decidió vivir en la residencia de Santa Marta,desechando el Palacio Vaticano que ocuparon sus predecesores.
Bergoglio: "Vinieron a buscar al papa al fin del mundo"
Elegido “Personaje del año” ese mismo 2013 por la revista estadounidenseTime, le dio su impronta personal a una Iglesia que necesitaba un cambio de rumbo drástico tras las denuncias y escándalos que habían rodeado la dimisión de Ratzinger.
Desde sus primeros actos, Francisco comenzó a imprimirle a su pontificadoun fuerte sentido ecuménico con apertura a otras Iglesias cristianas no católicas, de apuesta al diálogo interreligioso y de condena a las guerras, los conflictos económicos, el “Dios dinero”, la corrupción y a las que dio en denominar “formas modernas de esclavitud”, como trata de personas, tráfico de armas y trabajo esclavo.
Además, con el impulso de su encíclicaLaudato Si de 2015, el papa se convirtió en un referente mundial en la lucha por el cuidado del medioambiente, a partir de la promoción de una ecología integral basada en el respeto a la Tierra pero con una mirada social que incluya a sus habitantes en un modelo de desarrollo.
No menos importante fue su anterior texto, la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (“La alegría del Evangelio”), a la que él mismo clasificó como un acercamiento a “la doctrina social de la Iglesia”, en la que recoge el espíritu de las bienaventuranzas y advierte que, mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo.
Desde su primer viaje como pontífice en julio de 2013 a la isla italiana de Lampedusa, Bergoglio otorgó también una destacada centralidad a la problemática de los migrantes que por motivos económicos, políticos y religiosos llegan a Europa y a quienes continúa describiendo como víctimas de la “globalización de la indiferencia”.
Además de su misión pastoral al frente de la Iglesia católica, desde la que entre otros hitos protagonizó el primer acercamiento con los ortodoxos rusos desde el Cisma de Oriente de 1054, Francisco jugó un rol destacado en la política internacional que llevaron a que fuera nominado todos los años alPremio Nobel de la Paz.
En esa dirección, su logro más reciente es el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, coronados con un viaje a ambos en 2015 y que desembocó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas que han posibilitado, entre otras cosas, la visita que el mandatario norteamericano Barack Obama hará al país caribeño a fines de marzo.
DE MATES Y CHARLAS A UN FRÍO SALUDO PROTOCOLAR
En los primeros 3 años de Francisco al frente del Vaticano, los políticos argentinos consideraron como la nuevaMeca la sede del catolicismo.
Como gesto de la cercanía al país que lo vio nacer, fue la presidenta Cristina Kirchner la primera mandataria en ser recibida por el Papa. Luego se sucederían 4 encuentros más tanto en Italia como en América Latina en las giras que Francisco tuvo por el continente pero sin pisar suelo argentino.
¿Qué se dijeron el Papa Francisco y la Presidenta?
En el medio hubo tertulias de más de 3 horas, viajes de delegaciones completasde funcionarios y candidatos parabuscar "la foto" con Francisco. Con el tiempo, tras verse envuelto en varios escándalos locales, el Papa comenzó a limitar esos encuentros.
Con el cambio de Gobierno, la relaciónpasó a ser más protocolar, distante y fría. Las expresiones de algunos allegados a Mauricio Macri durante la campaña y en contra del sumo pontífice, pusieron en alerta al Vaticano. Pasaron más de 2 meses de la asunción del nuevo presidente hasta que el Papa lo recibió en el Vaticano. El encuentro duró menos de media hora.
Veintidós minutos con Francisco