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os autos nuevos aumentaron sus precios en los últimos tres meses un 16,5% en promedio. Se trata de un alza muy por debajo de la devaluación de más del 60% desde que se retiró el cepo cambiario, pero es un aumento en sí, cercano a la inflación estimada. Vale tener en cuenta que el automóvil es un bien altamente dolarizado.
Los incrementos por debajo del movimiento cambiario se registraron gracias a algunos paliativos: la mayor oferta por la enorme crisis económica de Brasil (se exportan menos vehículos y se destinan más al mercado interno), la quita de las trabas para la importación (el déficit comercial de febrero informado el viernes pasado fue gracias a la llegada de nuevos modelos), un mercado aún débil por la falta de demanda y algunos acuerdos de precios en los insumos (el acero).
Pero eso no es todo. El sábado último la estatal YPF, Axion, Shell, Petrobras y Oil, las principales petroleras subieron los valores de la nafta un 6% en promedio. En diciembre ya habían incrementado sus precios en el mismo porcentaje. Las empresas afirman que los aumentos de precios se deben a la devaluación del peso. En dólares, las naftas en el país están alrededor de US$ 1 el litro, un valor similar al del resto de la región.
En la misma línea, tanto el seguro del auto como las cocheras tuvieron aumentos promedio de un 20% en el comienzo del años. Por ejemplo, una cochera relativamente "económica" en Recoleta pasó de $ 1200 a $ 1450. En cuanto a los seguros, los productores estiman esa variación, pero advierten que los valores de las pólizas dependen en última instancia del precio del autos.
A comienzos de este mes, y luego de varios años de tarifas congeladas, los precios de los peajes de las rutas nacionales tuvieron un fuerte aumento. Según dispuso Vialidad Nacional, los llamados "corredores viales" suben entre el 270% y 500% en estos días. La idea del Gobierno es empezar a reducir el costo fiscal de un esquema de concesiones que tiene un costo de alrededor de $ 3000 millones por año y por el que sólo se recaudan $ 1000 millones.
Pero las autopistas porteñas no se salvan y ya tocaron este año también sus tarifas. A fines de enero, se registró una suba del 24,1% afectó los peajes de las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno e Illia. También se cobra una tarifa de peaje doble a los usuarios que, sin tener Aupass, utilicen el carril exclusivo para pagar manualmente.
Ya no es una novedad. La Argentina tiene la mayor presión tributaria de su historia, según la Cepal. En el caso de los autos, las patentes anuales de los vehículos radicados en la ciudad de Buenos Aires registraron una suba este año superior al 50% en algunos casos, con un aumento promedio del 31% para todo el parque automotor porteño en 2016. Además, la no actualización del impuesto a los bienes personales en un contexto inflacionario comenzó a impactar en los automovilistas. La barrera en la actualidad sigue, como hace más de una década, en los $ 305.000 cuando los expertos consideran que debería estar en, por lo menos, $ 1,5 millones.
No hay dudas. Cada vez con más, y ante la falta de un transporte público de calidad, en la Argentina se impone el uso de la bicicleta, una manera ecológica y barata de moverse.
