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Era mostrar una cara desconocida del Sumo Pontífice, justo cuando se confirmó que recibirá el 27 de mayo próximo a Hebe de Bonafini, la ultrakirchnerista jefa de las Madres de Plaza de Mayo que descalificó y llegó a insultarlo en más de una oportunidad.
Hasta ayer no había una explicación ni una hipótesis más o menos aceptable de lo que pasó. Apenas una teoría de que la Abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, que estaba también ese mismo día por ver al flamante Papa, no quiso una foto conjunta. Hasta que ahora, de fuentes vaticanas, se filtraron las razones del incidente.
Margarita Barrientos fue a Roma "muy mal acompañada". Juan Carlos Pallarols, el orfebre, tiene desde hace años un distanciamiento cuyas razones sólo conocen ellos y Adrián, el hijo que heredó sólo la profesión. Padre e hijo no se hablan.
Se sabe que Su Santidad "adoptó" de chico a Adrián y, ahora, siendo Papa él y un orfebre reconocido "el chico", se transformó en su platero favorito. A Adrián, Jorge Bergoglio lo acompañó cuando las ausencias paternas eran palpables. Se hizo cargo de él. De hecho, Adrián Pallarols se refiere a él como "mi viejo". Cuando el padre Jorge estaba solo en Buenos Aires, Adrián lo llamaba y le decía a media tarde: "Viejo, voy a tomar la merienda con vos".
Cuando el arzobispo de Buenos Aires recibía regalos ostentosos y carísimos, Adrián se ocupaba, desde su negocio de la calle San Martín, de venderlos y conseguir dinero para que el padre Jorge lo donara a los pobres. Así andan hasta el día de hoy por el mundo.
Nada de esa proximidad y afecto comparte Adrián con Juan Carlos Pallarols, es decir, su padre biológico.
Desde el 2006, el cardenal Bergoglio nunca más tuvo contacto con ese orfebre. Margarita Barrientos fue con él. Y el Pontífice nunca iba a recibirlos. Entonces nada tuvo que ver Estela de Carlotto.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo había ido ese día de 2013 para visitar al papa Francisco, pero lejos estuvo de incidir en la actuación de la Guardia Suiza, que les pidió a Pallarols, Margarita Barrientos y otra compañía que se retiraran de la Plaza.
En el Vaticano creen que dar a conocer tres años después ese episodio podría tener alguna motivación política. Hasta especulan con una eventual candidatura. Además, alertan que nadie pudo explicar a ciencia cierta cuál fue el origen de esas acreditaciones en la audiencia pública, ni quién es el matrimonio que pagó los pasajes de esa pequeña comitiva.
Es que, los que conocen al papa Francisco recuerdan que Juan Carlos Pallarolls no necesita financistas, debido a que tiene una posición económica consolidada y que, de antemano, sabía que no sería recibido, por más que fuera junto a Barrientos.
