esde el 2008 hasta ayer, Pérez Corradi gozó de apoyos de autoridades, de la policía y la ex SIDE que le permitieron eludir a la Justicia. El suéter de un colegio fue clave para cercarlo.
En una foto del Facebook de su hija se identificó, hace diez días, a un pulóver de un jardín de infantes de Foz de Iguazú. Del jardín de infantes se siguieron los movimientos de su familia paraguaya que vivía cerca.
Se armó un “sociograma” de sus relaciones familiares y así se redujo la búsqueda a solo dos casas. La conclusión fue que Pérez Corradi llegaba de noche y desaparecía durante el día. Entonces, se le dio al servicio de inteligencia de Brasil (ABIN) una carpeta con todos esos datos y se avisó a la policía paraguaya.
Un equipo tripartito lo esperó a la salida del sol y lo capturó. En ese momento se dio cuenta que se había quedado sin sus apoyos políticos de antes y a la “intemperie”.