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28/06/2016

Compartir las tareas domésticas mejora la vida sexual

Una investigación de la Universidad de Cornell reveló que las parejas que reparten las tareas del hogar poseen un mejor promedio de encuentros íntimos. La importancia de la igualdad, también en la cama

Compartir las tareas domésticas mejora la vida sexual

Compartir las tarea del hogar es un síntoma de salud para cualquier pareja. Lo que hasta el momento no estaba sobre la mesa era que ese método de convivencia también influye de manera muy positiva para el rendimiento sexual. A medida que las dos partes se dividen mejor las responsabilidades domésticas, más y mejores resultados obtendrán en la cama.

Un estudio de la Universidad de Cornell realizado sobre los géneros y los comportamientos domésticos de las parejas detectó que aquellas que comparten las "obligaciones hogareña", también disfrutan de una vida sexual plena, activa y feliz.

La investigación no hizo más que poner en tela de juicio algunas de las tradiciones históricas en las relaciones amorosas, donde el hombre prácticamente no participa de las tareas de la casa y, como si fuera poco, luego aspira a celebrar una vida sexual renovada con su mujer.

El informe resolvió que aquellos cónyuges que se reparten habitualmente las actividades promediaron unas 6.8 relaciones sexuales por mes.

or su parte, el sexólogo Damián Burgo analizó la vinculación para Infobae: "Cuando una de las dos parte tiene que cargar con todas las responsabilidades, eso se termina pagando en otro campo. Y no es raro que sea el sexual. Esa persona está cansada por el esfuerzo físico y decepcionada con su compañero por la falta de ayuda. La buena salud sexual siempre está acompañada de otros factores de la convivencia".

El análisis de las tareas del hogar estuvo basado en las actividades de preparación y cocción de comidas, lavado de vajilla, limpieza de la casa, lavado de ropa y compras de necesidades básicas.

De hecho, se llegó a detectar que la frecuencia de los encuentros sexuales se incrementaba no solo por una justa división de tareas sino cuando las responsabilidades de cada uno escapaban a los estereotipos conocidos: cocinar y limpiar para las mujeres, comprar y arreglar para los hombres.

"Las parejas modernas que más se adhieren al concepto de un reparto igualitario de deberes hogareños fueron las que más se destacaron en la vida sexual respecto a sus pares de décadas anteriores. En cambio, aquellos en los que las mujeres hacen casi todo, su vida íntima incluso se ha visto más perjudicada", dijo Sharon Sassler, la directora del estudio.

Compartir las tarea del hogar es un síntoma de salud para cualquier pareja. Lo que hasta el momento no estaba sobre la mesa era que ese método de convivencia también influye de manera muy positiva para el rendimiento sexual. A medida que las dos partes se dividen mejor las responsabilidades domésticas, más y mejores resultados obtendrán en la cama.

Un estudio de la Universidad de Cornellrealizado sobre los géneros y los comportamientos domésticos de las parejas detectó que aquellas que comparten las "obligaciones hogareña", también disfrutan de una vida sexual plena, activa y feliz.

La cocina, escenario donde todo se debe compartir (Shutterstock)
La cocina, escenario donde todo se debe compartir (Shutterstock)

La investigación no hizo más que poner en tela de juicio algunas de las tradiciones históricas en las relaciones amorosas, donde el hombre prácticamente no participa de las tareas de la casa y, como si fuera poco, luego aspira a celebrar una vida sexual renovada con su mujer.

El informe resolvió que aquellos cónyuges que se reparten habitualmente las actividades promediaron unas 6.8 relaciones sexuales por mes.

Mientras tanto, cuando uno de los dos se encargó de todas las responsabilidades, el promedio de encuentros íntimos se redujo a cinco por mes. Además, la mayoría de esas personas que reconocieron cargar con toda la mochila de la rutina de la casa fueron mujeres.

Las parejas modernas se acercan cada vez más al concepto de igualdad (Shutterstock)
Las parejas modernas se acercan cada vez más al concepto de igualdad (Shutterstock)

Por su parte, el sexólogo Damián Burgo analizó la vinculación para Infobae: "Cuando una de las dos parte tiene que cargar con todas las responsabilidades, eso se termina pagando en otro campo. Y no es raro que sea el sexual. Esa persona está cansada por el esfuerzo físico y decepcionada con su compañero por la falta de ayuda. La buena salud sexual siempre está acompañada de otros factores de la convivencia".

El análisis de las tareas del hogar estuvo basado en las actividades de preparación y cocción de comidas, lavado de vajilla, limpieza de la casa, lavado de ropa y compras de necesidades básicas.

De hecho, se llegó a detectar que la frecuencia de los encuentros sexuales se incrementaba no solo por una justa división de tareas sino cuando las responsabilidades de cada uno escapaban a los estereotipos conocidos: cocinar y limpiar para las mujeres, comprar y arreglar para los hombres.

"Las parejas modernas que más se adhieren al concepto de un reparto igualitario de deberes hogareños fueron las que más se destacaron en la vida sexual respecto a sus pares de décadas anteriores. En cambio, aquellos en los que las mujeres hacen casi todo, su vida íntima incluso se ha visto más perjudicada", dijo Sharon Sassler, la directora del estudio.

Para los especialistas, la igualdad “se convirtió en algo erótico” (Shutterstock)
Para los especialistas, la igualdad “se convirtió en algo erótico” (Shutterstock)

"Lo más increíble es que la frecuencia sexual en general cayó respecto a épocas anteriores", añadió.

De todos modos, el especialista Burgo expuso su esperanza de cara al futuro de las relaciones: "El amor solía ser la atracción de los opuestos, en el que cada integrante de la pareja se especializaba en una serie específica de tareas, recursos y emociones que, en teoría, le faltaban a la otra parte. Hoy se trata de compartir intereses, actividades y emociones. Por eso, la igualdad se transformó en algo erótico", afirmó.

 

Mientras tanto, cuando uno de los dos se encargó de todas las responsabilidades, el promedio de encuentros íntimos se redujo a cinco por mes. Además, la mayoría de esas personas que reconocieron cargar con toda la mochila de la rutina de la casa fueron mujeres.

Si bien las relaciones de la actualidad se muestran más abiertas a un espacio de igualdad plena, todavía hay una brecha entre los dos sexos. El estudio determinó que en el 63% de los hogares analizados, las mujeres realizaban la mayoría de las tareas. Aún cuando ellas pasaban más tiempo en su trabajo y ganaban más dinero que sus maridos.

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