E
l caso
El fiscal Ernesto Farber pidió que se condene a prisión perpetua al ex suboficial de la Prefectura Naval, Walter Vinader, por el crimen de la joven de 19 años y la desaparición de la anciana Aída Amoroso
La misma pena solicitó el abogado de la familia de Araceli (19), Cristian Poletti, durante los alegatos del juicio oral que se llevó adelante desde el 3 de mayo en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Martín.
El 30 de septiembre de 2013, Araceli salió de su casa de la localidad de Loma Hermosa rumbo a una vivienda de la calle Puán 3754 de Caseros, ambos domicilios Tres de Febrero, donde la esperaba Vinader con la excusa de una falsa entrevista laboral.
En esa casa, la joven fue obligada a grabar un video donde -visiblemente presionada-, involucró a la ex mujer de Vinader y a dos policías bonaerenses en el crimen de Fernández.
En el video, Araceli también dijo que si algo le pasaba a ella, había que responsabilizar a esa mujer y a los policías señalados.
El cadáver de Araceli fue encontrado 12 días después en un descampado ubicado en avenida Crovara y General Paz, en Villa Madero, y la autopsia determinó que había sido estrangulada y tenía golpes.
Tanto el fiscal como la querella recordaron que Vinader quedó involucrado por haber mantenido 25 llamados telefónicos con Araceli antes de la falsa entrevista, en tanto que se halló una foto de la víctima en su netbook.
También remarcaron como testimonios relevantes los efectuados por los peritos que dieron por acreditado que el imputado asesinó a la joven en la casa de Amoroso, situada en Puán 3754, de Caseros porque allí se halló el mismo alambre con el que el cadáver apareció atado en el descampado.
Además, en esa vivienda se hallaron restos de ADN de Vinader y de Araceli en un vaso y del acusado en en un inodoro y en una sábana.
La investigación en torno a esa casa permitió descubrir que la dueña, la anciana Amoroso, estaba desaparecida desde septiembre de 2013 y que a esa propiedad solía ir Vinader, quien así se transformó en el principal sospechoso.
El acusado hacía algunos años había sido compañero de prisión del hijo de la anciana, Emilio Rezzónico, quien a su vez había fallecido de una enfermedad terminal y luego fue cremado.
Lo que se cree es que tras la muerte de Rezzónico, Vinader se deshizo de la anciana y quiso quedarse con su casa, ya que cuando se allanó la vivienda de Vinader en el barrio porteño de Mataderos, se encontraron documentos relacionados con el inmueble de Caseros.