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Tenía apenas seis años de edad y estaba haciendo sus primeras armas en la categoría "minimotos". Sin embargo, el destino quiso que Marco Scaravelli, un pequeño italiano oriundo de la localidad de Dosolo, falleciera trágicamente durante una sesión de entrenamiento en la pista de Racing Park de Viadana, al norte de Italia.
Marco Scaravelli con su minimoto, antes de la tragedia. Marco ya dominaba la moto, pero tras una primera sesión junto a otros niños de su edad, su padre quiso ayudarlo a empujar la moto hacia un toldo que se encontraba a unos cuarenta metros para resguardarse del soly del calor.
Gracias a Marco, otros niños vivirán.Fue allí cuando sobrevino el infortunio, ya que el progenitor tiró de la cuerda para encender la moto y evitar tener que empujarla, pero, lejos de ayudarlo terminó llevándolo a la muerte, ya que el niño se asustó y comenzó a acelerar al máximo, perdiendo el control .
Pese a su corta edad, el niño ya dominaba la moto. "Tocó a un niño, pasó la barrera y se fue directo contra una puerta de hierro", lamentó su padre.
La fuerza del impacto -las minimotos pueden alcanzar velocidades entre 50 y 60 kilómetros por hora- ocasionó daños irreparables en su cerebro, lo que terminó causándole la muerte.
Tras una sesión de entrenamiento, el niño perdió el control de la máquina y chocó contra una puerta de hierro.La conmoción fue tal que el alcalde del pueblo, Vicenzo Madeo, decretó dos días de luto y una multitud lo despidió en procesión.
Sin embargo, en medio del inmenso dolor, su padre encontró un motivo para que otro pueda seguir viviendo a través de Marco, ya que donó los órganos del pequeño.
¡Hoy se ha superado!, hoy Marco ha decidido donar su segundo riñón, el hígado, los pulmones y el corazón. Gracias a Marco, 5 familias tendrán la oportunidad a la esperanza. Hoy en día, gracias a Marco, 5 niños podrán comenzar una nueva vida", escribió Cristian Scaravelli, padre del niño, en su cuenta de Facebook.
"Todos deben saber quién era Marco", concluyó orgulloso el progenitor.
