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l Alto Consejo para el Ciberespacio decidió unánimemente bloquear la app que considera peligrosa para la seguridad del país, ya que el juego utiliza lugares reales usando el GPS de los teléfonos de los usuarios.
"Debido a que el juego tiene una mezcla de virtual y físico, puede generar muchos problemas para el país y para la gente, en términos de seguridad", explicó el viernes el fiscal general adjunto Abdulsamad Joram Abadi, en declaraciones a la agencia de noticias Tasnim.
"Este tipo de juego se puede convertir en un medio para dirigir misiles guiados e incluso para causar perturbaciones a las ambulancias y a los camiones de bomberos", indicó a Tasnim el experto Alireza al Davoud, que agregó que teme que desarrolladores en Estados Unidos utilicen la plataforma para espiar a Irán.
Sin embargo, los jóvenes iraníes, ya acostumbrados a usar sistemas "VPN" (que simulan otra ubicación geográfica para acceder a redes como Facebook o Twitter) sortean la prohibición y salen a la caza de los monstruitos por las calles de Teherán.
El mayor problema para los aficionados de Pokémon Go es la falta de "pokeparadas", unos puntos de abastecimientos virtuales y de encuentro para interaccionar con otros jugadores.
El parque Mellat es un punto relativamente popular para jugar, con una "pokeparada", un punto de abastecimiento, y dos "gimnasios", donde se enfrentan los participantes. Hace pocos días, se congregaron 30 jugadores, la mayoría de ellos quinceañeros.
"Esto muestra los pocos datos que hay sobre Irán en internet", señaló un adolescente a la agencia de noticias Afp, quejándose de la falta de personajes del juego en Teherán.
El sistema de Pokémon Go asigna automáticamente criaturas en el mapa y las zonas de juego basándose en los mapas existentes, que básicamente están limitados a la capital iraní.
Al igual que en otros países, la popularidad del juego recae en el hecho de que saca a la gente de sus casas y los lleva al mundo real.
