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La popular cantante presenta en los próximos días “Señales”, su último disco y habla de todo.

09/08/2016

Patricia Sosa: "La grieta me tiene harta, me tienen podrida"

Patricia Sosa:

Recuerda con exactitud la primera canción que cantó en público. "FueZamba de mi esperanza que a los cuatro años me enseñó mi tío Ricardo". Su auditorio era su mamá Olga, algún que otro familiar y los cuatro vecinos del barrio. Desde entonces no paró.

Su color oscuro de voz de mezzosoprano (no por nada admira a la lírica Cecilia Bartoli) paseó por las octavas del rock, de la balada, del tango y del folklore. Ya tiene grabado para el año que viene un disco con el mítico Chucho Valdéz en el que se anima a los boleros y a las bachatas. Se la ve tan feliz que con sólo invocar esa grabación entona a capella unas estrofas de una canción que cuenta de un romance trunco.

El 20 y 21 de este mes va a presentar otro de sus trabajos. Apenas editado, "Señales" recorre temas de su propia autoría que llegarán de la mano en el teatro de muchas otras canciones que pasan por su rock  de "La Torre" o por el cancionero popular que tantas veces ha interpretado. "Hasta vamos a tener un coro de músicos evangelistas que la va a romper", dice entusiasmada.

De la mano de su eterno compañero Oscar Mediavilla ("es mi novio"), siempre abrazada a su hija Marta,  habló de todo en una cálida charla con Infobae TV. La grieta ("me tiene podrida"), la solidaridad, el sentido de la vida, el tarifazo de Mauricio Macri ("no me gustó"), el guiño de ojo que le hizo en público el papa Francisco y mucho más. Aquí, parte del diálogo en 20 definiciones esenciales de la gran Patricia Sosa.

  • El aplauso es el reconocimiento del otro. A veces uno lo usa para alimentar el ego. Hoy, en todos estos años de carrera, aprendí a cantarme para mí.
  • Yo no me quiero vender nada a mí misma. Por eso siento que mi canto es genuino.
  • Nosotros somos el templo del único instrumento que no creó el hombre. Uno tiene una suerte bárbara de resonar con ese instrumento.
  • El arte te mueve o no te mueve. A mí me mueven las buenas letras y la poesía. Me mueve el bolero cubano, Aerosmith o Cecilia Bartoli. No tengo géneros.
  • La grieta me tiene harta. Me tienen podrida. ¿por qué no nos dejamos de hinchar y vamos para adelante? No me interesa estar de un lado y del otro.
  • Hay amigos que se pelearon, familia que no se hablan, compañeros que no conviven más. Es una locura.
  • Yo sé frenar a tiempo y nada negativo penetrará en mi aura. Jamás me voy a prender en una pelea de estas. Peleá solo. Que cada uno piense cómo se le dé la gana. Yo soy la reina de la cintura.
  • Ni en las peores épocas pensé en irme del país. Yo tengo una raíz. Yo acá tengo una historia, mis antepasados, mis muertos queridos. Yo soy de acá. Ya soy árbol, tengo mis raíces. Despliego mis ramas y te cobijo.
  • Creo que estamos creciendo y espero que aprendamos de los errores.  Hay que construir pero no con el odio.
  • La indignación es tan grande que yo lloré (cuando vi a un hombre revoleando bolsos en un monasterio). No lo puedo creer.  Mucha gente necesita ver para creer.
  • A los que niegan lo que ven, son unos estúpidos.
  • Yo tuve casos de gente muy fana que se sintieron muy traicionados. Me dijeron “esto es un horror”.
  • Yo a este gobierno le estoy poniendo fichas.
  • Creo que vamos a salir adelante. No me gustó el tarifazo. Se podría haber hecho paulatinamente, de a poquito.
  • Hay que saber leer entre líneas. Cuando el presidente dijo que no se puede andar en patas y en remera habló de la responsabilidad de uno. No está mal lo que dijo. Es el momento en el que el país no tiene energía. Cuidemos desde donde podamos.
  • El cambio está en uno. En cada uno de nosotros. Empieza de adentro hacia afuera. Y no de arriba hacia abajo.
  • Yo creí que estaba preparada para todo pero (para cantar la Misa criolla ante el Papa Francisco) no lo estaba. Para colmo el Papa se viene acercando a mí y, de repente, me mira de reojo, me guiña un ojo y me levanta un pulgar. Respiré y le pedí a Dios que me asistiera. Y mi voz salió como si fuera de otro. Me sentí absolutamente asistida, fue luminoso.
  • Yo voy a ser una vieja loca que va a andar escribiendo graffitis por la calle. “A mí me guiñó el ojo el Papa”.
  • El sentido de la vida es vivirla. Es el camino. No llegar a ningún lado. Simplemente caminarla.
  • Cuando lo vea a Dios me va a decir: “Cuidaste el don que te otorgué. Pero vas a tener que volver a aprender algunas cosas más”. Y yo le voy a decir. “Bueno, vuelvo. Pero dejame ser cantante otra vez”.
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