uando pensamos en un masaje automáticamente se nos viene a la mente quitar los nudos y contracturas de la espalda y los hombros.
Sin embargo, podemos disfrutar de todos los beneficios de un masaje si lo practicamos en las zonas adecuadas.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Entonces sigue leyendo este artículo!
Eliminar el tan conocido estrés, reducir los dolores posturales, quitar la ansiedad o incluso disminuir la acumulación de líquidos… estos son solo algunas de las ventajas de los masajes.
Si bien es cierto que se precisa de estudio y práctica para masajear a otra persona, al menos podemos mejorar nuestra calidad de vida con ciertos movimientos.
Para poder hacer un masaje integral, como primera medida, precisarás comodidad. Esto quiere decir que tanto la habitación como la cama o asiento tendrán que ser agradables. En lo posible con poca luz y nada de ruidos externos.
También asegúrate de que la temperatura sea adecuada para quien recibirá el masaje.
Además se precisan aceites para masajes. Son muy fáciles de conseguir, porque se venden en las tiendas especializadas.
Consulta si la piel de quien recibirá el masaje es sensible o si necesita algún tipo especial de aceite. Los más suaves son el de almendras y el de jojoba (o puedes probar con el de bebé).
Las toallas son esenciales, sobre todo, si están calientes. Para ello usa el horno o un calentador especial.
Lo importante es que se usen para cubrir a la persona que va a recibir el masaje y también para aumentar la temperatura si tiene los pies o las manos frías. Al finalizar también necesitarás toallas limpias para quitar el exceso de aceite.
Más allá de que podamos necesitar masajes por motivos médicos, lo cierto es que nunca viene mal una sesión de 30 o 45 minutos tumbado en la cama de un centro de estética o spa para quitar los dolores que tanto nos aquejan en el día a día.
Pero, ¿sabías que hay zonas del cuerpo donde no se suelen detener los masajistas, ni nosotros mismos cuando tratamos de eliminar las molestias?
Una vez que las conozcas y trabajes sobre ellas ya nada será como antes. ¡Te sentirás mucho más aliviado, relajado y feliz!
Presta mucha atención a estos 6 puntos donde sí o sí se debe masajear:
Más de la mitad de las personas en Occidente afirma estar muy cansado cuando termina la jornada laboral.
Un masaje en la cabeza (más precisamente, en la coronilla) produce una sensación más que agradable porque relaja los músculos del cráneo al mismo tiempo que activa la circulación sanguínea.
No solo sirve para vernos más jóvenes porque tensa la piel sino que, además, nos ayuda a relajarnos. Si tienes mucho estrés o estás ansioso te recomendamos este tipo de masaje.
También nos puede ser útil para terminar con el cansancio diario y para un momento de preocupación o tensión.
Ya te hemos dicho que masajear la coronilla es más que beneficioso para la salud. No obstante, no es la única parte de la cabeza donde podríamos trabajar para sentirnos de maravillas.
Además, si tenemos en cuenta que el estrés acumulado genera problemas de salud y provoca depresión, vale la pena hacer algo para reducirlo.
Se trata de una técnica como pocas para conseguir la tan ansiada relajación. ¿Sabías que una de las causas de estrés es el ruido que oímos a diario si vivimos en una gran ciudad?
Las bocinas, los gritos e incluso la música fuerte escuchada con auriculares nos provoca cansancio y ansiedad adicionales a los problemas.
En cambio el silencio tranquiliza la mente, evita los pensamientos negativos y reduce el gasto energético cerebral. Así, es más fácil dormir por las noches o pensar en cosas buenas.
El masaje se ha de realizar por detrás de las orejas, con movimientos circulares y luego moviendo el lóbulo en sentido de las agujas del reloj.
No solemos hacerle masajes a los dedos a menos que nos duelan. ¡Y ese es un fatal error! Si bien las yemas son los lugares más resistentes que tenemos en el cuerpo también son sensibles y necesitan atención y cuidado.
Están repletas de terminaciones nerviosas que han de ser relajadas mediante una técnica de presión. Ideal para los que trabajan todo el día con el teclado.
Es una de las zonas más olvidadas ya que los masajes “llegan”” hasta los muslos o hasta el coxis. No solo son placenteros, sino que también ayudan a evitar ciertas molestias por estar demasiadas horas sentados.