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Realizar una consulta médica antes de empezar con la actividad, esto nos servirá para evaluar en que estado está nuestro cuerpo.
-Alimentación saludable: al entrenar con frío es necesario incorporar proteínas y alimentos calóricos. Incorporar al consumo de nuestra dieta carbohidratos, presentes en las pastas, legumbres y arroz, entre otros. Las proteínas son buenas en cuestión de energía, allí podemos encontrar el grupo de carnes magras o pescado.
-Protegerse del frío: Tapar y cubrir bien garganta, pies, cabeza y manos. Al correr incorporamos aire helado a nuestro organismo que ya viene con temperatura. El aire frío afecta a la garganta y provoca una bronco obstrucción. La recomendación es respirar siempre por la nariz, esto hace que el cuerpo caliente el aire que ingresa. Hay dos partes de nuestro cuerpo donde se disipa más el calor: uno es la cabeza y otro es el tronco, es por eso que hay que mantenerlos cubiertos. Debemos comenzar con el viento en contra y terminar con viento a favor.
-Correr de noche: lo ideal es correr lejos de la contaminación y los vehículos. Hay que tener cuidado con el asfalto húmedo por el rocío, para ello hay que buscar el calzado adecuado para el terreno y la actividad que se desarrolle.
-Vestirse con el método "cebolla": prendas de algodón y/o lycra abstenerse, estas se mojan con la sudoración y demoran en secarse.
-La elongación luego de entrenar: es muy importante estirar los músculos post entrenamiento, intentar buscar un lugar cerrado y cálido para estirar cada uno de los músculos que utilizamos, ya que nos podemos lesionar teniendo en cuenta que el cuerpo baja su temperatura muy rápido.
