Mamá, ¿me comprás borato de sodio?". Aunque suene descabellado, quien tiene hijos en la escuela primaria probablemente se enfrentó a esta pregunta en el último tiempo. Y si no es borato de sodio, el pedido es por un jabón para lavar la ropa -de una marca en particular-, crema de afeitar y una cola para pegar. Esos son los ingredientes con los que los chicos fabrican el slime, una especie de mezcla esponjosa y ruidosa que los entretiene y los ayuda a "desestresarse".
El slime nació en Estados Unidos y se convirtió en furor a partir de los miles de videos que circulan por Instagram: en esta red los chicos muestran sus slimes y compiten para ver ver cuál logra hacer el más grande, fluffy (esponjoso) y de colores más llamativos. Hasta ahora parecía una moda inocua, de hecho hasta algo para celebrar. En tiempos de adicción a la pantalla, los chicos se estaban abocando por iniciativa propia a hacer algo con sus manos: un pasatiempo artesanal, casero y bastante económico.Pero en los últimos tiempos comenzaron a aparecer en otros países casos de quemaduras en las manos provocadas por el borato de sodio (o borax).
"Comenzó con ampollas, luego su piel se peló y ahora está quemada por quemaduras químicas. No dejes que hagan esto. No hay advertencias en estos canales de YouTube en absoluto".