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n las elecciones PASO y generales de 2017 se realizará una prueba piloto de verificación biométrica de identificación de los electores en mil mesas de seis distritos de la frontera norte del país: Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones.
La prueba piloto se aplicará en 550 mesas de la Provincia de Misiones y abarcara 6 localidades: Posadas, Candelaria, Puerto Libertad, Puerto Esperanza, Iguazú y Eldorado.
En la Capital del Trabajo los establecimientos en los que se utilizará el dispositivo son la Escuela República del Perú ubicada en Avenida San Martín kilómetro 2 y la Escuela 880 del barrio Lomas del Paraná en el kilómetro 1.
El control biométrico es la tecnología que permite utilizar características anatómicas personales y únicas, como huellas dactilares, rostro o iris, o de comportamiento, por ejemplo, el habla, para reconocer a los individuos.
En este caso, se utilizará un dispositivo que captará la huella digital del elector y verificará automáticamente si se corresponde con la huella de la persona registrada en el padrón. La utilización de este sistema no afectará en nada el derecho del elector a emitir su voto.
El elector se presentará ante la mesa como de costumbre, entregará su documento de identidad, las autoridades de mesa verificarán que se encuentre inscripto en el padrón y el resto de los datos de identificación, como se ha hecho siempre. A continuación, se procederá a utilizar el equipo de control de la huella dactilar.
Sea cual sea el resultado de la verificación, el votante recibirá el sobre, entrará al cuarto oscuro, elegirá la boleta de su preferencia y la colocará en el sobre para introducirla en la urna. El eventual resultado negativo de la identificación biométrica no será causal de impugnación del voto.
En resumen, se trata de una prueba piloto que no modifica en nada el procedimiento de emisión del sufragio. Así lo aclara la acordada extraordinaria 50/17 de la Cámara Nacional Electoral. Cualquier cambio en la forma de votación hubiera requerido una modificación de la ley electoral.
Como detalla la citada resolución, la conveniencia de realizar la prueba con dispositivos de verificación biométrica surgió del consenso de los jueces federales con competencia electoral de la región frontera norte que se reunieron en noviembre de 2016 con asistencia del ministro de Justicia de la nación y la ministra de Seguridad de la nación.
La utilización de este tipo de control genera un sinnúmero de cuestiones que hay que atender con cuidado. Nos preocupan, entre otros aspectos: el manejo de datos personales, la protección de la privacidad, la defensa del secreto del voto, la integridad de la elección. Esos temas quedarán para una próxima nota. También hay cuestiones tecnológicas que deben revisarse con atención.
Un aspecto a resolver para el caso concreto de la prueba piloto es el relativo a la obligatoriedad para los electores. A nuestro juicio, participar en la prueba no es obligatorio. No hay ninguna ley que obligue al elector a poner su huella. Dar datos personales, y la huella dactilar es uno de esos datos, requiere el consentimiento de la persona. Por lo tanto, entiendo que los votantes podrían negarse a participar en el control biométrico, sin sufrir consecuencia alguna.
¿Qué se puede detectar con la verificación de la huella dactilar? El mecanismo podría individualizar a electores que fueran a votar con un documento robado o con el documento de un muerto. Ahora bien, el problema en la zona fronteriza es el de los "ciudadanos argentinos truchos": personas nacionales de países limítrofes a los que algunos delincuentes-dirigentes les hacen documentos argentinos ilegales para que puedan cobrar beneficios sociales a cambio de ser acarreados a territorio argentino a votar en las elecciones. Esta práctica supone que, aunque el documento es ilegal, tiene la huella del sujeto portador. Estos casos no podrían ser detectados con este mecanismo de verificación biométrica.
