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12/01/2018

Orgías, tríos y drogas de diseño: el lado oculto de Silicon Valley

Un nuevo libro desentraña el ocio salvaje de la meca de la tecnología.

Orgías, tríos y drogas de diseño: el lado oculto de Silicon Valley
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e llama Brotopia y vaticina varios escándalos en los cuarteles tecnológicos de California, un territorio habitado por nerds que se desquitan de sus largos años de sequía sexual cuando se vuelven millonarios. Escrito por la periodista de tecnología de Bloomberg, Emily Chang, ya tuvo un polémico adelanto en la revista Harper´s Baazar.

Chang recorrió durante dos años el lado menos conocido de Silincon Valley, entrevistó decenas de mujeres que participaron de fiestas que se organizaban por Snapchat y abundaban en escenas al estilo "El lobo de Wall Street" que se repetían en mansiones, casas de fin de semana en el valle de Napa o yates en Ibiza.

El libro que abrió la polémica.
El libro que abrió la polémica.

Según los testimonios, la norma que rige es al menos dos mujeres para cada hombre.“Las mujeres se suman porque así mejoran sus vidas. Son el lumpen de Silicon Valley”, escribe Chang y asegura que la mayoría no trabaja en el sector tecnológico sino en otros rubros que lo alimentan como el inmobiliario o el del lifestyle. En las juergas techie las drogas que corren son la cocaína, el extasis y el MDMA aunque hay otras que se ufanan de ser limpias y en las que ni siquiera se consume alcohol.

Una de las mujeres citada por el libro relata la escena en que se encontró a su jefe en una de estas fiestas "recibiendo sexo oral de una mujer atada a un banco de sadomasoquismo mientras que estaba siendo penetrada analmente por otro hombre”.

 
En las fiestas de Silicon Valley abundan las mujeres y las drogas de diseño.
En las fiestas de Silicon Valley abundan las mujeres y las drogas de diseño.

Otra habla de celebraciones donde el dress code para las asistente es "safari chic" o "amazonas aventurera" y donde las parejas se intercambian libremente. “Esta escena está dominada por el dinero y por el poder. Hay un problema de abuso de poder y no lo volvería a hacer”, cita Chang en el libro a una de las mujeres.

Emily Chang, autora del polémico libro.
Emily Chang, autora del polémico libro.

Una de las pocas fuentes que aparece con nombre y apellido es Esther Crawford, una emprendedora que fue pareja de Chris Messina, el inventor del hashtag. Según su opinión, en Silicon Valley "no se toleran los mismos comportamientos sexuales para los hombres que para las mujeres".

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