ras el acto opositor encabezado por el jefe de camioneros, Hugo Moyano , el Gobierno mostrará como contracara una fuerte señal de sintonía con los sindicatos más afines: el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , viajará la semana próxima con un grupo de sindicalistas a Europa, con el objetivo de empaparse de modelos de interacción entre los gobiernos y los sindicatos como los que Mauricio Macri quiere replicar en el país.
A Triaca lo acompañarán entre diez y quince sindicalistas que el Gobierno califica de "razonables", con quienes estará una semana en España, Holanda y Alemania.
En la Casa Rosada aseguran que se trató de una casualidad, y que el viaje estaba planeado antes de la marcha de Moyano. Casualidad o no, el viaje encierra todo un simbolismo: para aquellos sindicalistas que no se plegaron a las protestas y que aceptan el "nuevo modelo", habrá beneficios, cercanía y un oído atento a sus problemas. Para Moyano y los gremios que denuncian el "ajuste" y que proponen un plan de lucha, frialdad e indiferencia.