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VIOLENCIA DE GÉNERO

13/03/2018

En el Día de la Mujer, le ató una soga al cuello, la arrastró desnuda por la calle y casi la mata

El padre de tres de los hijos de Natalia la arrastró desnuda por la calle, le rompió la mandíbula y le puso una soga al cuello. Ella había intentado separarse por violencia de género.

En el Día de la Mujer, le ató una soga al cuello, la arrastró desnuda por la calle y casi la mata
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atalia vivió un calvario durante la madrugada del Día Internacional de la Mujer: su pareja la arrastró desnuda por la calle, le dio una paliza y le puso una soga en el cuello. A la espera de que le operen la mandíbula, agradece que sus hijitos no vieran cómo actúo el padre, quien podría tener prisión domiciliaria.

“Vi la muerte de cerca, yo sé lo que es volver. Y ahora vuelvo por mis hijos y mi familia", declaró sobre el brutal hecho ocurrió en San Jerónimo, Santa Fe. Mientras tanto, espera ser operada por la fractura maxilofacial que sufrió a raíz de la golpiza.

Además, la mujer confesó que había intentado separarse varias veces del padre de tres de sus cuatro hijos por otros episodios de violencia. Ahora el hombre está detenido e imputado por tentativa de femicidio.

A Natalia casi la mata su pareja - Crédito: Gustavo de los Ríos / La Capital

Sobre la situación judicial del atacante, el fiscal a cargo de la causa, Raúl Marcelo Nessier, anticipó que en las próximas horas pedirá la prisión domiciliaria. Sin embargo, ella se mostró agradecida en diálogo con La Capital: “Dios me dio una segunda oportunidad, me devolvió la vida".

Según explicó, el ataque ocurrió cuando el hombre llegó a buscarla a la casa de un amigo: “Paliza, patadas, golpes de puño, me puso una soga en el cuello y me arrastró de esquina a esquina. Me hizo abrir las piernas y me pegó, tengo el tejido hacia afuera, estoy inflamada, tengo afectados los pulmones y el hígado. No me quedó un solo diente de los de arriba”.

Luego agregó: “Yo vi como un fogonazo, una luz muy intensa y se me cortó la respiración. Después, otra luz volvió a encandilarme, eran los focos de la policía. Sentí que me volvía la respiración y que estaba viva”.