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ulminó en el mediodía de este lunes el juicio a un joven acusado de haber violado a una adolescente en 2014, aprovechando el estado de ebriedad de la joven que en este entonces tenía 16 años. Hubo absolución para el acusado, ya que con los elementos incorporados a la causa no se alcanzó el grado de certeza necesario para una condena, según confiaron fuentes judiciales.
Hace poco más de una semana habían pasado por el estrado casi todos los testigos, pero faltaba uno clave, el remisero que llevó al imputado y a la denunciante a un motel de la Capital del Trabajo. El trabajador del volante se había radicado en la provincia de Buenos Aires tras el hecho y el Tribunal Penal de Eldorado no había podido lograr que viajara hacia Misiones. Recién pudo hacerlo esta mañana.
El testigo declaró en la instrucción de la causa que la madrugada del 12 de julio de 2014, Francisco Javier M. y la chica subieron al remís en el Kilómetro Nueve y que la joven estaba muy ebria, que ni siquiera podía mantenerse en pie. Apuntó que incluso se vomitó en el coche. Dijo además que una vez en el alojamiento, él ayudo a Francisco a llevarla hasta una de las habitaciones, donde la sentaron en una silla.
Y más. declaró que el mismo muchacho, más tarde, volvió a solicitar sus servicios, en esta ocasión para llevar a la adolescente hasta su casa del barrio Ziegler. En ese viaje de vuelta, la víctima habría hecho mención a que la habían violado. Por eso, apenas llegaron a destino, él se sugirió a la hermana de la adolescente que hiciera la denuncia.
La cuestión clave a dirimir era si cuando la joven ingresó al motel comprendía lo que estaba sucediendo y si Francisco Javier aprovechó del estado de la chica para violarla.
Tras la declaración del remisero, vino la ronda de alegatos. El fiscal Federico Rodríguez consideró que no se había podido probar el estado de conciencia o de semi inconsciencia de la chica, por lo que había dudas y con esas dudas no se puede condenar a una persona. Por eso, pidió que Francisco Javier fuera absuelto.
La defensa del muchacho, obviamente, apuntó en la misma dirección. Y al mediodía se conoció el fallo de los camaristas Atilio León, María Teresa Ramos y Lyda Gallardo: absolución para el muchacho, por la aplicación del principio del beneficio de la duda.
IMAGEN ILUSTRATIVA
