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MEDIO AÑO

15/05/2018

Desde noviembre hoy se cumplen seis meses de la desaparición del submarino ARA San Juan

Estancados en la incertidumbre, los familiares de los tripulantes volverán a marchar para reclamar que se mantengan las tareas de búsqueda de la embarcación.

Desde noviembre hoy se cumplen seis meses de la desaparición del submarino ARA San Juan
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a cita se repite, mes a mes, y la situación no varía. Estancados en la más pura incertidumbre, dolidos porque el operativo de rastrillaje es hoy insignificante, aturdidos por informes que no suman un solo dato optimista, pero siempre unidos y con la esperanza en alto, familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan volverán a manifestarse hoy al cumplirse medio año desde el último contacto de radio que se tuvo con el buque.

"A seis meses de la última comunicación convocamos a todo el pueblo argentino para pedir que sigan buscando a los 44 del ARA San Juan", se lee en el afiche que hacen circular desde hace varios días por redes y medios, ansiosos de encontrar eco en la comunidad.

Siempre en las puertas de la Base Naval Mar del Plata, donde desde hace 180 jornadas reciben cada mañana un parte que por estos tiempos se resume en unos pocos renglones vacíos de ilusiones, hoy esperarán esos apoyos a partir de las 15.

Hay padres, esposas y hermanos de la dotación que permanecen aquí desde las horas posteriores a aquel 15 de noviembre en que la Armada les informó que había "problemas de comunicación" con el submarino más moderno que integra la flota de mar de la fuerza.

Nunca más volvieron a sus casas, la mayoría con domicilio en provincias del norte y Cuyo.

A la docena de familiares que mantiene esta guardia viva, con presencia de 24 horas en la unidad militar, se sumó en las últimas horas otro grupo que había partido a sus hogares para atender cuestiones familiares y volvió para esta fecha, que marca los seis meses transcurridos sin novedades de los 44 marinos que permanecen desaparecidos.

La idea inicial era compartir, como lo hacen los 15 de cada mes, una misa temprana en la capilla que está a un lado del puerto de guardia de la Base Naval. Lo concreto es que al atardecer, desde las 19, el obispo de la diócesis de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, será quien encabece la celebración religiosa que tendrá en las primeras filas a los familiares de los tripulantes.

El grupo planea llegar hasta el templo de peatonal San Martín y Mitre luego de una larga caminata por el paseo costanero desde la Base Naval, frente al Golf Club de Playa Grande.

Se trata de un recorrido que han repetido en más de una oportunidad, al principio en un contexto de indiferencia y las últimas veces con manifestaciones de apoyo más explícitas de parte de la gente.

Los familiares siguen alojados en el Hotel Tierra del Fuego, abierto solo para ellos.

Allí descansan, se duchan y tienen cuatro comidas diarias. Y por sobre todo, desde el dolor común, comparten esta tremenda espera que se hizo mucho más larga de lo que podían imaginar.

El pedido de los familiares es preciso y contundente: exigen que se aceleren los tiempos del proceso de licitación para que una empresa privada refuerce el operativo de búsqueda subacuática.

Hay nueve empresas interesadas en hacerse cargo de la tarea y en próximas semanas, el Gobierno deberá definir cuál es la elegida.

En paralelo, la mayoría de los familiares de los tripulantes fueron convocados a iniciar los trámites para cobrar los seguros de vida.

Sin embargo, la mayoría se niega porque teme que si aceptan, sus familiares serán considerados fallecidos y se abandonarán las tareas de búsqueda.

El consenso de no pedir el resarcimiento cuando se cumplen los seis meses y legalmente se puede iniciar el trámite, abarca al menos a 40 de las familias. Pero basta con que una sola familia decida avanzar para que se los tome a todos como fallecidos.

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