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na fanfarria anunció la llegada de Meghan Markle a la iglesia donde se convirtió en Duquesa de Sussex. La actriz estadounidense se casó en el Castillo de Windsor con el popular príncipe Harry de Inglaterra, nieto de la reina Isabel II e hijo de la fallecida princesa Diana. Markle llegó a la Capilla de San Jorge en un Rolls Royce Phantom IV y fue llevada hasta el altar por su suegro, el príncipe Carlos de Inglaterra. La novia llegó a la iglesia con una tiara confeccionada en 1932 para la reina María, un largo velo y un vestido clásico y sencillo de manga larga y escote barco diseñado por Clare Waight Keller, de la casa de modas Givenchy, según informó la Casa Real. Su madre, Doria Ragland, de 62 años, lleva un traje en un tono verde suave con un pequeño tocado redondo. También la reina Isabel II eligió este tono pero más intenso, un verde lima, para su traje. Meghan y su madre pasaron la noche anterior al enlace en el lujoso Hotel Cliveden House, cerca de Windsor. Por su parte, Harry y su padrino de boda, su hermano Guillermo, de 35 años, estuvieron en otro hotel cercano, el Coworth Park. Los hermanos llegaron unos 20 minutos antes a la iglesia, vestidos de uniforme militar de gala del cuerpo de los Blues And Royals y saludaron a los ciudadanos invitados por la Casa Real al enlace reunidos en el patio del castillo antes de entrar a la iglesia. Cientos de personas en las calles de Windsor y las calles interiores del castillo vivaron a la novia, quien tras pronunciar el “sí, quiero” se convierten en Su Alteza Real la Duquesa de Sussex, Condesa de Dumbarton y Baronesa kilkeel. Los británicos le darán la bienvenida a la familia real con fiestas callejeras y picnics, mientras que la cerveza fluirá hasta muy tarde en los tradicionales pubs del reino.
