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on plena conciencia de que no hay margen para otro paso en falso, más allá de que un empate alcanzaría para conversar el margen de clasificación para a octavos de final. Así, con la realidad asumida, la selección viajo a Nizhny, ciudad donde enfrentara a Croacia. Luego de dos horas de vuelo y 367 kilómetros, la delegación se instalo en la sede donde deberá lograr un triunfo que aleje inquietudes.
La idea es que los futbolistas descansen durante la tarde y Jorge Sampaoli brinde la conferencia de prensa obligatoria en el día previo a cada encuentro. Como sucedió antes del debut, probablemente acuda con un jugador (en esa oportunidad fue Nicolás Tagliafico).
Después del choque con Croacia, el combinado nacional regresará a Bronnitsy para aguardar el último compromiso de la primera fase. Allí lo esperará Nigeria, en San Petersburgo, el martes a las 15 para ponerle un cierre definitivo al Grupo D.
