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JUDICIALES

24/06/2018

Tiene 84 años y está acusado de enviar marihuana oculta en la caja de cambios de un camión

Aseguró haber sido engañado por un joven en un bar posadeño. En razón de su edad, cumple domiciliaria. “No pensé que había maldad, se aprovechó de mí”, dijo.

Tiene 84 años y está acusado de enviar marihuana oculta en la caja de cambios de un camión
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na buena parte de la llamativa historia se hizo pública días atrás, una vez que se conoció el testimonio en declaración indagatoria del hombre entrado en años, quien fue detenido el lunes 15 de enero último a las 14.45, cuando se presentó en la sucursal bonaerense de una empresa de transportes misionera para retirar una encomienda que él mismo se había “autoenviado” días antes desde Posadas, a más de mil kilómetros de distancia.

El “narcoabuelo” no lo sabía, pero aquel día un numeroso grupo de efectivos del Escuadrón 50 Posadas de Gendarmería Nacional aguardaba por quien buscaría ese “paquete”. Ya sabían que contenía droga y sólo esperaban por el encargado de retirarlo.

Todo comenzó el lunes 8 de enero, cuando los empleados de la transportista emplazada sobre avenida Uruguay de Posadas encontraron inusualmente pesada una “encomienda” que minutos antes había dejado en el lugar el ahora procesado.

Ante las sospechas, tomó intervención el personal de Gendarmería, quien enseguida notó que el destinatario era el mismo que el remitente. Por eso es que optaron por trasladar la caja de madera hacia el aeropuerto, donde fue sometida al escáner de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Los “rayos” no dejaron lugar a dudas. Tal como había declarado el remitente, en el interior había una caja de cambios usada de camión. Lo que no figuraba en los papeles eran los 14 “ladrillos” de marihuana diseminados en el interior del repuestos. Había, en total, 12,877 kilogramos del estupefaciente.

“Me pidió un favor”

El “narcoabuelo” fue trasladado de regreso a Misiones, donde resolvió romper el silencio en indagatoria. Brindó entonces una historia que, al menos para la Cámara Federal de Posadas, resulta “inverosímil” e “inusual”, argumentos que “se erigen en un indicio más que desvirtúa su estrategia de defensa”.

“Yo siempre vengo a tomar café en la Bolívar, en el Español o por Colón, y conocí charlando hace varios meses a un pibe que no sé ni el nombre, tiene entre 24 o 25 años, rubio, blanco, tiene un auto blanco. Él vino un día y me pidió un favor, me dijo que se olvidó el DNI y que tenía que mandar una caja de velocidad a Buenos Aires, que pagaba todo. Puso todo a mi nombre y yo honradamente pensé que no era nada raro, no pensé que había maldad, pero se aprovechó de mí”,intentó explicar el imputado.

A la hora de explicar, más allá de aquel gesto, por qué viajó luego a Buenos Aires para retirar la caja, indicó que aquel joven “me dijo que fuera porque él no podía retirar, porque estaba a mi nombre. Que me iba a pagar, me dijo, y me esperó en un auto blanco. Fuimos al Hotel Morón, habitación 33, que él mismo pagó, pero estaba a mi nombre. Ahí él llamó a este muchacho que está detenido, fuimos a buscar la encomienda los dos juntos”, relató.

La conclusión de los camaristas sobre aquel testimonio es contundente. “(...) no siendo menor soslayar que el imputado goza de un sentido común amplio debido a su experiencia vivida –teniendo presente la edad del mismo­- no haya puesto en tela de juicio siquiera dichos pormenores”, opinaron.

Por lo pronto, el “narcoabuelo” permanece procesado, aunque por su edad, goza de prisión domiciliaria. Justamente por ello es que, ni siquiera en caso de ser condenado, iría a prisión

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