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BUENA VIDA

30/07/2018

5 beneficios de escuchar música mientras haces ejercicio

La música tiene la gran particularidad de conectar a las personas a través de emociones similares, poniéndonos en sintonía incluso con momentos de nuestra vida que parecían olvidados y recordamos.

5 beneficios de escuchar música mientras haces ejercicio
E

l cerebro humano está capacitado para almacenar información musical ilimitada, aproximadamente desde los primeros meses de nacidos.

Por ende, aunque no somos capaces de recordar nuestros primeros días de vida y nada antes de los 3 años de edad, sí podemos recordar pequeñas escenas de nuestra vida que estuvieron ligadas a la música. Además de conectarnos, la música es capaz de desconectarnos. Aunque suene paradójico, es una habilidad que tiene la canción adecuada.

Permite que nos distraigamos de los problemas o situaciones de la actualidad, y podamos trasladarnos a lugares más felices o tranquilos. Cuando se trata del ejercicio, la música es un excelente acompañante para potenciar el rendimiento en el entrenamiento. Se transforma en un elemento motivacional, y al distraernos, evita que estemos pendientes de cuánto tiempo ha pasado o cuánto tiempo falta.

Los investigadores afirman que la música es capaz de distraer al atleta de su conciencia corporal. Esta evita que se esté concentrado en el dolor y agotamiento de los miembros, por lo que da la sensación de ser capaces de aguantar más y mejor la rutina.

Esta sensación se traduce en seguridad y, con ello, en más rendimiento.

5 beneficios de escuchar música mientras haces ejercicio

Te ayuda mantener el ritmo

La música estimula la corteza cerebral motora, lo que se traduce en bastante activación del cuerpo. El cerebro envía señales de movernos y estar enérgicos, lo que puede sincronizarse con el ejercicio que estamos realizando. De esta manera, estaremos llenos de potencia para asumir el ejercicio que venga.

Lo mejor para usar a favor esta energía es buscar música cuya cadencia y ritmo estén sincronizadas con la intensidad del ejercicio. Así, la canción tendrá el beat más alto cuando estés en el punto más difícil de la rutina, y bajará cuando sea el momento de descansar y mantener el cuerpo caliente.

Todos tenemos una cancion

Aunque la ciencia no tiene una explicación certera al respecto, para todos existe una canción que es la adecuada. La misma nos traslada a un mejor lugar y nos hace sentir llenos de energía y vitalidad. Inevitablemente nos invita a levantarnos de la silla y movernos.

La mayoría de la veces, el impacto de esa canción tiene que ver con el momento y lo que estabas haciendo la primera vez que la escuchaste.

Por lo tanto, vincular una canción que nos llena tanto de vitalidad, con el ejercicio, es de lo más sencillo. Lograrás tu rutina sin mucha dificultad.

La música distrae

Como te habíamos comentado más arriba, la música tiene mucho potencial para distraernos y permitirnos aguantar mucho más el ejercicio. La música hace que el cerebro destine gran cantidad de su energía y concentración al ritmo y en muchos casos a la letra, obligándonos a seguirla.

Cuando el cerebro esta inmiscuido en este proceso, se le hace sencillo ignorar el impacto físico que está teniendo la rutina. Puede pasar desapercibido el dolor, malestar o cansancio.

Algunos estudios realizados han demostrado que la música puede hacerte rendir un 15 % más de lo normal en tu entrenamiento.

La música mejora el estado de ánimo

La combinación de música y ejercicio es una gran aliada del estado de humor. Ambas son capaces de inundar nuestro cerebro de serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar, por lo que juntas dan resultados excelentes.

Una canción bastante animada y una buena rutina de ejercicio destacan entre las recomendaciones para combatir el estrés, la depresión, ansiedad u otros cuadros. Además son amigas de tus relaciones interpersonales, porque al estar de mejor humor, puedes lidiar mejor con el entorno y los retos que te presente.

La música te hace moverte

El cerebro encuentra en la música un estímulo imposible de ignorar. Escucharla incita inmediatamente a querer movernos, puesto que activa receptores específicos. Normalmente el movimiento desencadena en baile, que es una de las formas más divertidas de hacer ejercicio.

Sin embargo, con un poco de determinación, la necesidad de movernos puede desembocar en la consecución de ejercicios. Como te habíamos comentado previamente, es recomendable que los sincronices con la música.

Incluso la música puede ayudarte a llevar mejor tu rutina de caminata o trote, porque te ayuda a estar estimulado.

 

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