l sábado por la tarde, la joven policía Lourdes Espíndola terminaba su turno. Cuando estaba en la parada de colectivo, la interceptaron dos motochorros. El objetivo de los delincuentes era llevarse el arma reglamentaria; lo hicieron y la balearon en el cuello. El domingo por la tarde, los profesionales determinaron que tenía muerte cerebral, su familia decidió donar sus órganos.
Los delincuentes escaparon. El lunes por la tarde fue detenido un hombre, Jorge Pablo Di Blasi, de 37 años señalado como el autor del disparo que provocó la muerte de la agente de la policía; tiene antecedentes por tenencia ilegal de armas. Mientras que el segundo sospechoso, Pablo Manuel fue apresado el martes, quien luego del crimen escapó y se escondió, pero lo encontraron.
El martes, una persona se comunicó al 911 y esa llamada fue fundamental para localizar al segundo sospechoso. Ya que denunció que en un barrio cercano al lugar del crimen, alguien estaba intentando vender el arma reglamentara, de la policía.