☰
✕
n la ciudad de las Cataratas se reveló un dato insólito que demuestra la cantidad de “enganchados” que no pagan por el servicio de energía eléctrica: hay más abonados al videocable que a la electricidad.
El dato lo dejó trascender el propio intendente, Claudio Filippa cuando dejó inaugurado el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. Según el alcalde, el registro catastral de contribuyentes de la Tasa General de Inmuebles es de 8.500 contribuyentes, mientras que la empresa de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (EMSA) tiene nueve mil usuarios y la firma que presta el servicio de televisión por cable contaría con 11 mil abonados.
Quiere decir que había dos mil personas que pueden pagar el cable pero no pagan la electricidad. Sin embargo, varias fuentes admitieron que los enganchados serían muchos más porque no son pocos los que cuentan con TV por cable y otros que contratan la satelital con antenas parabólicas de las que no se tienen datos. Algunos números sin confirmar señalan que sumarían otros 5.000.
Confirmación
La referencia de Filippa fue confirmada por el presidente del Concejo Deliberante, Juan José Raynoldi, quien aseguró que el dato no fue tirado al azar por el Intendente sino que se puede corroborar. “Hay más abonados al servicio de videocable que los que pagan la electricidad”, dijo Raynoldi.
La polémica se instaló a propósito de un proyecto que esta semana se aprobó en el Concejo Deliberante local para solicitar a EMSA que retrotraiga los valores de la tarifa eléctrica, porque -se dijo- “hay personas que van a tener que elegir entre comer o pagar la luz”. Justo un día después de aprobar este proyecto, el gobernador Hugo Passalacqua dio la orden desde Posadas de que se deje sin efecto el aumento de diciembre.
La situación de Iguazú no es más que un ejemplo que se repite, en menor o mayor medida, en otras ciudades y que aportan al déficit cada vez más millonario que acarrea EMSA en sus respectivos balances.
La pérdida de energía alcanza el 40%. Quiere decir que compra 100% y factura solo el 60% porque el restante 40% se pierde entre los enganchados y la mala calidad de las líneas de transmisión.
Esa pérdida millonaria la deben afrontar los usuarios que efectivamente pagan por el servicio y el Estado provincial que aporta cientos de millones de pesos para sostener los gastos de la empresa, fondos que salen de los impuestos provinciales y que deberían servir para otros fines.
