i ya no sabes qué más ponerle para darle color (o para variar las verduras y no aburrirte), acá te proponemos cinco motivos por los que deberías sumar el pepino a tu dieta.
Son hidratantes
Tienen una gran cantidad de agua: 194 gramos, para ser precisos. Y si sumamos rodajas a un vaso de agua, le daremos ese sabor característico de esta verdura.
Son buenos para los huesos
Aunque suene raro, son ricos en vitamina K, fundamental para la parte ósea. Una taza de pepino nos da más del 20% de la dosis diaria recomendada.
Ayudan en el control del peso
Son bajos en calorías pero contienen fibra y agua; además, tienen pocas calorías. Todo esto lo hace ideal para bajar de peso, o equilibrarnos si quisiéramos comer algun dip un poco más potente.
Mejoran la piel
¿Quién no vio en alguna serie o película que a las máscaras de belleza se las acompaña con dos rodajas de pepino en los ojos? La razón es que tienen propiedades desinflamatorias. La pulpa está compuesta de agua, vitamina C y ácido cafeico. También reduce la irritación.
Ayudan a evitar el mal aliento
El agua que contiene el pepino, junto a la saliva que producimos al masticarlo, ayuda a limpiar la boca y eliminar la bacteria que “come” los restos de comida que quedan atrapados entre los dientes.