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UNA DESPEDIDA DE 10

06/12/2018

Gonzalo Martínez se irá de River el año que viene

El Pity Martínez podría jugar por última vez con el "Millonario" en Madrid: para no hacerlo, tiene que ser campeón y decir adiós en el Mundial de Clubes.

Gonzalo Martínez se irá de River el año que viene
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odo está loco. Definir una final de la Copa Libertadores así, fuera del Monumental, sin la localía, en otro país, en otro continente, con un clima diametralmente opuesto en todos los sentidos, en el Bernabéu, es sin dudas una locura total. ¿Y si entonces fuera su hábitat natural? ¿Y si fuera el contexto propicio para otro capítulo memorable de la historia de Gonzalo Martínez en River?

El Pity se irá indefectiblemente en enero de 2019. Después de cuatro años de subas, bajas, subas y subas y subas, el tipo que llegó desde Huracán y pidió usar la 10 del Beto, Ortega, D’Alessandro y el propio Gallardo tendrá la posibilidad definitiva de irse como uno de los más grandes después de esta final.

Y tanto él como todo River esperan que, en realidad, no sea ésta la despedida. Y no porque tengan alguna esperanza de que siga en el club después de este diciembre: el mendocino podría jugar hasta dos partidos más después de este superclásico si River obtiene el objetivo que quieren todos los hinchas, en Abu Dhabi y tal vez contra el Real Madrid. En caso de perder, el domingo habrá sido su adiós con la Banda cruzándole el pecho.

Y un poco depende de él mismo que su último partido no sea en Madrid: casi sin delanteros disponibles, Martínez es la mayor y acaso una de las únicas cartas ganadoras del equipo. Y el tipo sabe de qué se trata. Aún con altibajos en sus comienzos, los partidos contra Boca lo marcaron con el hincha. Desde aquel penal que le hizo Marín y que terminó en el 1-0 de la ida por la Copa de 2015, pasando por los dos golazos de volea calcados que valieron dos victorias seguidas en la Bombonera y llegando al climax en la final de la Supercopa en Mendoza con su gol de penal y su asistencia a Scocco y en la ida de esta final, cuando asistió a Pratto y tiró un centro envenenado para el gol en contra de Izquierdoz.

Por eso ya todos sabemos que está hecho para estos partidos. Que la pide siempre, bien o mal. Que no se achica. Ni siquiera cuando en algún momento sus rendimientos discontinuos levantaron algunos murmullos. El Pity la peleó siempre y Gallardo lo bancó como a un hijo, confió en él como nadie. Y el tiempo le dio la razón.

Ahora, cuando está a días de llegar al Atlanta United yanqui (¿para ser dirigido por el técnico que más lo sufrió y el que hoy piensa cómo hacer para marcarlo?), y mientras todos hablan del papelón que significa jugar este partido en Madrid, el Pity Martínez enloquece segundo a segundo. Y no se quiere ir: un par más y no jodemos más.

Fuente: Olé.

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