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UN VERDADERO ACTO DE AMOR

13/01/2019

Caminó dos meses desde Venezuela para presenciar el parto de su hijo

Reinaldo se enteró que su novia estaba embarazada cuando ella llegó a la Argentina. Intentó conseguir la plata para viajar con la crisis económica que atraviesa su país sería imposible. Entonces, decidió cruzar Latinoamérica a dedo para encontrarse con ella.

Caminó dos meses desde Venezuela para presenciar el parto de su hijo
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abiola tiene fecha de parto para el 7 de marzo, pero la obstetra le aclaró que posiblemente Matías nazca antes. Ella se enteró de que estaba embarazada el 19 de julio, cuando llegó desde Venezuela a la Argentina escapando del hambre. El papá de su hijo, Reinaldo Perger no tenía la plata para viajar con ella en ese momento y el plan era que juntos pagaran su pasaje de avión, pero las cosas no salieron como esperaban. Cuando supieron que iban a ser padres, Reinaldo buscó la manera de llegar a Buenos Aires. Como no lograba juntar la plata, decidió empezar a caminar.

Eran más de 8000 kilómetros y sabía que tendría que caminar por lo menos dos meses y atravesar varios países para reunirse con su mujer. Reinaldo dejaba en Caracas -al cuidado de su mamá- a Santiago, su hijo de tres años, fruto de una relación anterior. La mamá de su hijo se había ido y ellos habían quedado solos. Por eso, cuando el joven de 23 años decidió venir a la Argentina, supo que debería trabajar muy duro para traer también a su mamá y a su primer hijo.

La historia de amor entre Fabiola y Reinaldo comenzó hace dos años, un 24 de diciembre. Ella soñaba con ser madre, pero los médicos le habían advertido que era poco probable que quedara embarazada porque tenía ovarios poliquísticos. En medio de la crisis socioeconómica de Venezuela, se enamoraron y la familia de la joven decidió venir a la Argentina. Ellos permanecieron juntos en la capital venezolana. Al tiempo de haberse establecido acá, los papás de Fabiola le mandaron el pasaje. Acordaron que ella llegaría primero, conseguiría trabajo y después se reunirían, en San Miguel, el lugar donde viven.

A los pocos días de su llegada, Fabiola supo que estaba embarazada de diez semanas. "Me tocó lastimosamente venirme, llegué acá el 19 de julio y empezó nuestra travesía por la distancia, porque no teníamos comunicación, cuando me tocó contarle que estaba embarazada estábamos felices pero a su vez tristes porque cada vez era más difícil que él viniera, en Venezuela él jamás iba a poder juntar el dinero para venir", explicó Fabiola al diario online TN.com.ar.

Reinaldo emprendió el camino. La travesía implicaba cruzar Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Argentina parecía inalcanzable. Primero fue para Cúcuta, una ciudad colombiana en la frontera con Venezuela: "Estuve un mes y medio intentando conseguir trabajo y mientras tanto limpiaba camiones de carga. Me puse en contacto con un grupo de venezolanos que también querían migrar por la misma situación. Así empezó el recorrido hasta que llegué acá, la mayoría lo hice a dedo".

Reinaldo arrancó el viaje con un esguince que nunca se había curado."Hubo momento en que caminé seis horas desde la madrugada. Una vez tomé el camino incorrecto. Una mujer se dio cuenta y me ofreció comida y agua porque me veía muy maltratado por el sol. Me ayudó a que un camionero me llevara de vuelta al lugar de donde había salido. Hubo momentos en que me quería volver, ya me daba por vencido".

Llegó a Perú y allí se encontró con un grupo de pescadores que le propuso trabajo en una embarcación para juntar dinero. "Ni siquiera sé nadar, pero me fui con ellos. Duré diez días en el mar sin comunicarme con nadie".

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