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BUENA VIDA

11/04/2019

Diez consejos para combatir el resfriado y la gripe

Con el frío, disminuye la capacidad defensiva de las vías respiratorias, se dan las condiciones de humedad y temperatura propicias para la supervivencia de los virus causantes de estas infecciones y pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que indirectamente favorece el contagio.

Diez consejos para combatir el resfriado y la gripe
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l 92% de las personas afirman saber diferenciar un resfriado y una gripe. Tal y como explica el experto de Cinfa, el doctor Sánchez, “la principal diferencia que podemos detectar es que los resfriados cursan sin producir fiebre alta, mientras que en los procesos gripales es normal la aparición de episodios febriles, que llegan incluso a oscilar entre los 38ºC y 40ºC, y que pueden dar origen a situaciones de mayor gravedad. También son propios de la gripe el dolor muscular o el cansancio muy acusado”.

En cualquier caso, y puesto que el tratamiento de estas enfermedades es únicamente sintomático, la mejor opción para evitar sus inconvenientes es la prevención.

“Precauciones como dormir las horas suficientes y comer adecuadamente, para tener el sistema inmune a pleno rendimiento; evitar los ambientes fríos y lavarnos las manos con frecuencia puede ahorrarnos las molestias y el malestar típicos del resfriado y la gripe”, concluye el doctor Sánchez.

Decálogo para prevenir y aliviar los síntomas del resfriado y la gripe

Descansa lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.

Evita el frío y la humedad. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.

Lávate las manos con frecuencia. Hazlo con agua y jabón durante al menos quince segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas. También conviene limpiar las superficies de la casa con productos antibacterianos.

Incorpora vitaminas y minerales en tu dieta. Las frutas y verduras son fuente de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas en tu alimentación te ayudará a recuperarte más rápido.

Bebe muchos líquidos. Estos ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta: agua, zumos y sopas no demasiado calientes. Por el contrario, deben evitarse las bebidas alcohólicas.

Deja de fumar y evitar los ambientes con humo. El tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.

Haz gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.

Recurre a soluciones salinas o vahos de eucalipto para aliviar la congestión. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir, para que puedan descansar correctamente.

Consulta al profesional sanitario y evita la automedicación. Es indispensable contar con el asesoramiento del farmacéutico o del médico a la hora de recurrir a antigripales, descongestivos o analgésicos que alivien los síntomas de estas afecciones.

Sé responsable con los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar que tu organismo se haga resistente a ellos.

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