a provincia de Misiones adhirió a la Declaración de Nueva York sobre los Bosques y se convirtió así en el primer gobierno subnacional de Argentina que adhiere voluntariamente a esta iniciativa que busca “desacelerar, detener y revertir la pérdida de bosques a nivel global, al tiempo de mejorar la seguridad alimentaria de la población”, según sostiene en sus principios.
Esta es una declaración voluntaria impulsada por Naciones Unidas desde su sede central y surge del diálogo entre los gobiernos, las empresas y la sociedad civil. Tiene el respaldo de varios gobiernos, más de 30 empresas mundiales y más de 50 organizaciones de la sociedad y los pueblos indígenas.
La provincia de Misiones adhirió a la Declaración de Nueva York sobre los Bosques y se convirtió así en el primer gobierno subnacional de Argentina que adhiere voluntariamente a esta iniciativa que busca “desacelerar, detener y revertir la pérdida de bosques a nivel global, al tiempo de mejorar la seguridad alimentaria de la población”, según sostiene en sus principios.
Esta es una declaración voluntaria impulsada por Naciones Unidas desde su sede central y surge del diálogo entre los gobiernos, las empresas y la sociedad civil. Tiene el respaldo de varios gobiernos, más de 30 empresas mundiales y más de 50 organizaciones de la sociedad y los pueblos indígenas.
El acuerdo busca reducir las emisiones provenientes de la deforestación y el aumento de la restauración forestal, para limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados. Alcanzar estas metas supondría reducir las emisiones de carbono entre 4.500 y 8.800 millones de toneladas anuales. Incluye 10 metas y un Plan de Acción que sirve como guía a los firmantes para que den cumplimiento a las metas que podrían traducirse en la reducción de hasta 8.8 millones de toneladas de emisiones de CO2e por año.
Las 10 metas de la Declaración de Nueva York sobre los Bosques son:
Fortalecer la gobernanza forestal, la transparencia y el estado de derecho; mientras se empodera a las comunidades locales y se reconocen los derechos de los pueblos indígenas, especialmente los relativos a sus tierras y recursos.