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eis integrantes de una familia brasileña fallecieron en Chile, el destino que habían elegido para festejar el cumpleaños de 15 de una de las víctimas.
Fabio de Souza (41), su esposa Debora Muniz (38) viajaron a Santiago de Chile junto a sus dos hijos Karoliny y Felipe Nascimento (de 14 y 13). Los acompañaron otros parientes: Jonathas Nascimento Kruger (30) y Adriane Krueger (27).
El miércoles Débora se comunicó con sus conocidos en Brasil y los alertó sobre los síntomas que estaban sufriendo. No se sentían bien y ya habían pedido auxilio a las autoridades, pero nadie venía a ayudarlos.
La comunicación fue vía audio y en pánico: "Estamos contaminados por alguna cosa, ahora estamos en estado de shock. Yo creo que todos nos contaminamos con un virus que paraliza las articulaciones da mareo y vómito", dijo Debora desesperada.
Los turistas no entendían cuál era el motivo de la intoxicación por lo que no supieron cómo actuar adecuadamente y la situación empeoró.
Débora, de acuerdo con una amiga de la familia, consiguió mandar fotos de su esposo y del hijo ya inconscientes y pidió para que desde Brasil se comunicasen con los organismos de socorro de la capital chilena, como en efecto ocurrió.
"(Mi hijo) Se está muriendo… Él estaba sano ya pero… lo intentamos poner en una bañera con agua caliente para dejarlo dentro para intentar quitarle todo, pero su brazo… no sé lo que vamos a hacer", agregó la mujer, desconsolada, en un segundo audio. Luego, no hubo más mensajes, ni llamados, ni otro tipo de contacto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, según el servicio estatal de noticias Agencia Brasil, señaló que los turistas estaban de vacaciones en Chile y que el Consulado en Santiago fue informado que la familia estaba pasando mal y de inmediato alertó a las autoridades locales.
No obstante, cuando los policías, bomberos y paramédicos llegaron al edificio los seis miembros de la familia se encontraban ya sin vida por emanación de dióxido de carbono.
El departamento en el que se había alojado la familia brasileña fue alquilado a través de una aplicación de internet y no tenía su certificado de uso de gas al día. Si bien todavía se están investigando los hechos, se trabaja sobre aquel pedido de auxilio al que, aparentemente, las autoridades no habrían respondido de manera adecuada.
El alcalde de Biguaçu, Ramón Wollinger, decretó luto de tres días en la ciudad, donde vivían Débora, Fabiano y sus dos hijos. Ya Jonathas y Adriane residían en Hortolanda, en el interior del estado de Sao Paulo, y habían viajado juntos para festejar en Chile, este viernes, los quince años de la sobrina Karoliny.
