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l jefe de Policía, comisario general José Mazur, confirmó que el oficial subayudante Deivid Vergara es el dueño del arma que tras las pericias realizadas se comprobó de dónde salió la bala calibre 9mm que terminó con la vida de Víctor Márquez Dos Santos (16) en un confuso procedimiento realizado por una patrulla de la policía de Santa Ana. El cuerpo del adolescente fue hallado en la mañana del sábado 24, en cercanías de la Escuela de Comercio Nº 10.
El caso estuvo rodeado una semana de un hermetismo policial que terminó de romperse el sábado cuando la Jefatura de Policía resolvió intervenir la Comisaría y poner en disponibilidad a la totalidad del personal mientras la Justicia determine las responsabilidades de cada uno y en especial de la patrulla que realizó operativos nocturnos en la localidad. También se reveló al Jefe y Segundo Jefe de la Unidad Regional San Ignacio.
De los primeros siete detenidos, cuatro fueron dejados en libertad por decisión del Juez de Instrucción que lleva la causa.
Se llegó a esa instancia luego de que una de las policías que formó parte del patrullaje terminara por confesar qué sucedió en esa noche del viernes 23 y madrugada del sábado 24. Relató entonces que uno de los ocupantes del móvil policial descendió del mismo para acercarse hasta donde estaba el adolescente junto a otros amigos quienes lograron escapar. Era la segunda vez que el patrullero los había visto en la calle al grupo de jóvenes.
En una síntesis del relato, habría mencionado al autor del disparo que terminó con la corta vida de Márquez Dos Santos.
Ahora el propio jefe de Policía, luego de recibir los informes periciales correspondientes dijo que la investigación realizada por la fuerza de seguridad pudo establecer el posible autor material del hecho, el oficial de servicio a cargo del patrullaje.
El médico policial en turno diagnosticó que Márquez Dos Santos murió por herida de bala con entrada en la región orbitaria derecha, salida región parietal izquierdo del cráneo y pérdida de masa encefálica.
Por disposición del Juez de Instrucción N°2 de Posadas, el cadáver fue reconocido por sus familiares y posteriormente trasladado a la Morgue Judicial para correspondiente autopsia.
En el velatorio del jovencito se descompensó su padre -quien padecía Mal de Parkinson- por lo que fue trasladado al Hospital Escuela de Posadas donde finalmente falleció al no superar un infarto.
