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e parecía una mezquindad no compartir lo que sigue. Es solo una pizca. Pensamientos de gente que conoce el tema. En especial de Ivonne Bordelois. Valen. Y mucho. Son más que esclarecedoras.
Con la PALABRA, EL DIALOGO, nos hacemos gente. Cuando sientas que ya nada vale la pena, recuerda que nos queda la PALABRA. En ella está todo el saber de la humanidad, el secreto de la comunicación, la salida del laberinto de la soledad. Aprender a usar más y mejor las infinitas variaciones de una de las lenguas más hermosas de la tierra: el castellano.
EL DIALOGO congrega, moviliza, abre los ojos, favorece la soberanía de las personas. Es gratuito, directo, frente a frente. Es un BIEN SOLIDARIO en base a trueque. Favorece la creatividad, previene el cansancio y la desmotivación, el achatamiento interior. Hace funcionar las alarmas, ES TAN NECESARIO COMO LA NUTRICION. Hace ponerse de pie. Dignifica. Restaura.
Los medios nos quieren obligar a ser esclavos del trabajo a destajo, autómatas de la información planificada y CONSUMIDORES INCONDICIONALES de bienes superfluos. El brillo de la palabra, del diálogo tú a tú, les resulta insoportable. Contrarían sus intereses. ES IMPORTANTISIMO SABER RESISTIR. No ceder ante las presiones, defender lo que NOS HACE BIEN.
Grandes sectores del poder ven al LENGUAJE como un peligro que hay que tratar de limitar para que no siga despertando conciencias. Tratan de invisibilizarlo, de hacerlo inaudible. Del diálogo brota la crítica, la creatividad, el contacto más profundo con los otros y con nosotros mismos. Del diálogo brota y se enraíza LA FE EN DIOS, invitado no deseable a estos poderes.
La fe es como un MIRADOR, desde donde se puede ver lejos. Te hace ver mucho más allá de las propias narices. Te hace ver cosas que ni remotamente sospechabas. Si se vive al ras del piso es poco el panorama que se tiene. LA PALABRA facilita ese enorme plus que podemos tener las personas.
Todo lo que apunte a la comunicación franca, sincera, directa, abierta, deber SER REVALORIZADO.
