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14/11/2019

Infección urinaria: cómo tratar un episodio que suele ser subestimado y severo

Es una de las patologías cuya mayor prevalencia ocurre en las mujeres. Su frecuencia es tan alta que se suele acudir a la automedicación, que suele empeorar el cuadro. La diferencia entre la infección leve y severa.

Infección urinaria: cómo tratar un episodio que suele ser subestimado y severo
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ntre las patologías cuya mayor prevalencia ocurre en las mujeres, la infección urinaria es una de las más comunes. La magnitud de su alcance es tal que, en la actualidad, la padece el 10% del total de la población femenina mundial. Y aproximadamente el 70% de ellas sufrirá al menos un episodio a lo largo de su vida; mientras que la recurrencia marca que el 25% repetirá el episodio dentro de los 6 meses.

“La infección urinaria es la presencia de diferentes bacterias que pueden invadir el tracto urinario. Los síntomas son parecidos tanto en el hombre como en la mujer. Entre los más comunes se encuentra el ardor o dolor al orinar así como ir muchas veces al baño y orinar en poca cantidad”, aseguró a Infobae Omar Layus, urólogo y andrólogo de la clínica IVI.

La cistitis se define como una inflamación aguda de la vejiga que provoca polaquiuria (la necesidad de orinar con demasiada frecuencia). Sobre ese terreno ya inflamado, hay además un componente de tipo infectológico, debido a que genera ardor, dolor, sangrado e inclusive síntomas más agudos. Aunque son muchas las bacterias susceptibles de producir algún tipo de infección urinaria, la mayormente conocida como Escherichia Coli, la responsable de más del 85% de los casos.

Pero, además, hay otros factores que inducen a la infección. En las jóvenes sexualmente activas (rango estimado de entre 20 a 45 años) hay algunos hábitos que agregan más inconvenientes, como tomar poco líquido, ir al baño con poca frecuencia, utilizar apósitos para el mal olor y usar ropa ajustada o de nylon. Como contraparte, en la etapa menopáusica se produce una sequedad en la zona vaginal que puede predisponer más a las infecciones, lo mismo que el residuo post miccional (cuando la vejiga no termina de vaciarse en forma completa).

El estilo y los hábitos de vida también son de importancia. Hay ciertas profesiones o empleos, como ocurre con las oficinistas, docentes o cajeras de supermercados, en las que la misma actividad les impide ir al baño con la frecuencia necesaria, por lo que tienden a retener orina, incrementando así la propensión. Y con solo permanecer inmóvil por un largo periodo de tiempo, ya ocurre un efecto en el tracto urinario.

 

“Es uno de los motivos de consulta más frecuentes en el consultorio tanto andrológico urólogico como en ginecología. Sin embargo, no es la misma infección para los hombres que para las mujeres, ya que tienen diferentes motivos para desarrollarla. En el hombre es poco frecuente en la edad joven y empieza a presentarse después de los 45 o 50 años en relación a la hipertrofia prostática benigna que es el aumento del tamaño de la próstata que produce un mal vaciado de la vejiga que se traduce en un caldo de cultivo para el desarrollo de las bacterias que provocan la infección urinaria”, enfatizó Layus.

¿Por qué son más susceptibles las mujeres? El principal motivo es que la uretra en el sexo femenino está más cerca del ano. La vagina es una zona más amplia y húmeda, lo que permite que las bacterias que van a ser expulsadas con las heces y otros microorganismos accedan y proliferen con mayor facilidad. Además, las mujeres son más susceptibles de contraer infecciones después del acto sexual. “En las mujeres es más frecuente que se dé en niñas, en mujeres menopáusicas y en embarazadas, ya que por una alteración en relación a los cambios hormonales es más fácil que se produzca una infección urinaria”, aseguró Layus.

Normalmente, los primeros síntomas de alarma son necesidad urgente y frecuente de orinar, picazón o quemazón en la uretra al orinar, enrojecimiento de la vulva y picor vaginal, dolor al orinar y en las relaciones sexuales, color turbio de la orina. Si los síntomas se agravan, pueden aparecer fiebre, escalofríos y vómitos. En cualquier caso,el profesional señaló la importancia de acudir al médico al más mínimo indicio.

 

La infección urinaria alta

“Existe un tipo de infección urinaria que es severa: la alta, que ocurre cuando la misma bacteria compromete a la parte renal. Las características son diferentes y los síntomas también. El paciente va a tener signos muchos más severos, fiebre, dolor lumbar, entre otros. Sin embargo, no es tan común como la infección urinaria baja", confesó Layus.

Recientemente se conoció el diagnóstico de la actriz Araceli González, quien debió ser internada por una bacteria. Según explicó, fueron muchos días de “fiebre, dolores, incertidumbre y miedo”. Además detalló que le habían bajado las defensas y que su cuerpo estaba “batallando” con una bacteria que llegó hasta su sangre.

“Tenía 40 grados de fiebre. Después le bajó, pero le volvió a subir, y a partir de ahí se empezó a sentir mal. La fiebre subía y bajaba. Así que la llevé a la clínica, le hicieron análisis, le dio todo mal. De una infección urinaria, una bacteria le tomó todo el riñón y de ahí a la sangre”, contó su pareja.

El profesional apuntó al tratamiento adecuado de una infección urinaria en tiempo y forma así como evitar automedicarse: “La persona debe tratarlo bien desde el inicio, siempre intentar tener un puro cultivo con antibiograma y tipificación para un tratamiento focalizado en lo que realmente necesita así como el antibiótico indicado".

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