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n San Lorenzo se vienen tiempos de definiciones y luego de cerrar un flojo 2019 con una sonrisa, por el triunfo en el Monumental, es tiempo de depurar el plantel. Lo saben los dirigentes -las cuatro listas que irán mañana a elecciones coinciden con que hay que achicarse-Lo sabe el entrenador, Diego Monarriz, y los saben los propios jugadores.
Sin Libertadores ni Sudamericana en 2020 y con un plantel con arriba de 35 profesionales, se impone un recorte, que incluirá a varios con salarios top y que permitirá bajar el presupuesto de fútbol en poco más de cuatro millones de dólares anuales. Sí, cuatro millones de dólares anuales.
Es un hecho que Nicolás Navarro no seguirá en el club. El arquero no tuvo un buen semestre, tras su vuelta del fútbol mexicano, fue relegado ante el gran momento de Sebastián Torrico y además es resistido por los hinchas. Con él partirán dos de los contratos más altos del club: Rubén Botta, quien desde su llegada a comienzos de 2017 nunca pudo consolidarse como titular, y Fernando Belluschi, que en el último año y medio apenas jugó un puñado de partidos, tras un sinfín de lesiones.
Hay más. Santiago Vergini, que llegó en este último mercado de pases por pedido de Juan Antonio Pizzi, tampoco seguirá. Por dos motivos: sus actuaciones fueron subterráneas y tiene un sueldo alto. La contra para el club es que habrá que negociar porque se le firmó por tres temporadas y le quedarán dos y media.
Algo parecido pasará con Ezequiel Cerutti, quien regresó a mitad de año y casi no tuvo acción -seis partidos entre Superliga y Libertadores-, más allá de que Monarriz lo ponderó en una de sus últimas conferencias de prensa. La idea es que el Pocho no continúe, pero se buscará transferirlo al igual que Héctor Fértoli, quien está en la lista de negociables.
Un caso aparte es el de Nicolás Blandi, quien tampoco tuvo un gran 2019 y corre detrás de Adolfo Gaich como centrodelantero. El punta ya fue sondeado varias veces desde el fútbol brasileño y ya avisó que espera saber si el club lo considerará o no para el año próximo. Con una buena oferta también es serio candidato a emigrar.
Las firmas siguen. Gino Peruzzi, quien nunca fue alternativa para Monarriz, también partirá. El lateral es junto a Fértoli uno de los sobrevivientes de los refuerzos del paupérrimo ciclo de Jorge Almirón. Y otro que llegó hace poco, a préstamo y con opción de siete palos verdes: el paraguayo Adam Bareiro, quien fue la opción elegida por Pizzi en detrimento del pibe Gaich.
A ellos pueden sumarse dos más, todo sin contar los que puedan emigrar ante ofertas irresistibles: el lateral Elías Pereyra y el Perrito Nahuel Barrios, que hoy la corren muy de atrás.
Además volverán de sus préstamos Alexis Castro, Bautista Merlini y Rodrigo Contreras, pero ninguno seguirá. Definitivamente se vienen tiempos de cambio en el Ciclón.
