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LAS VEGAS

08/01/2020

Un juguete sexual es uno de los protagonistas en el CES 2020

El sex toy de la empresa Lora DiCarlo había sido tildado de “inmoral” por la organización del evento. Ahora es uno de los productos destacados de un nuevo espíritu inclusivo en CES.

Un juguete sexual es uno de los protagonistas en el CES 2020
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onsumer Electronics Show, mejor conocida como CES, es una afamada feria que a lo largo de sus más de 50 años de historia mostró al mundo las principales novedades tecnológicas. Computadoras, televisores, autos y productos para el hogar, entre otras innovaciones, usualmente acaparan las presentaciones. Pero la edición de 2019 tuvo un inesperado (y censurado) protagonista, que ahora tiene su revancha en CES 2020.

Después de haber sido prohibido en 2019, un juguete sexual brilla en la presente edición del evento estadounidense. Se trata de Osé, un sex toy con funciones tech que la organización del evento había tildado de “inmoral, obsceno, indecente y profano”. Un año más tarde, ese mismo producto y la compañía que lo comercializa son abanderados de una nueva era en CES, inclusiva y con más participación femenina.

La historia de Lora DiCarlo en CES

Osé es un juguete sexual diseñado para mujeres. Antes de CES 2019, ese producto creado por la empresa Lora DiCarlo había sido reconocido con un premio a la innovación y con la consecuente participación en la feria de Las Vegas. Pero antes del arranque del evento, los organizadores decidieron anular ese galardón y prohibir su exhibición. Los motivos no fueron del todo claros.

“No hay nada inmoral en un dispositivo destinado a la salud sexual de las mujeres, a menos que CTA atrase más de 100 años a una era en la que la sexualidad femenina era tabú”, dijeron desde la compañía responsable del dispositivo que fue creado en colaboración con expertos en robótica, que tiene un funcionamiento automatizado y personalizada, y que es capaz de imitar movimientos humanos.

“Tampoco es obsceno, es simplemente un dispositivo electrónico con las dimensiones anatómicas adecuadas para funcionar”, añadieron.

Esa decisión de los organizadores generó cuestionamientos, que además apuntaron a la escasísima participación de mujeres en CES. Por caso, en la edición de 2018 el 80% de los visitantes fueron hombres. Además, en las mesas de debate tampoco aparecían representantes femeninas. A eso se sumaron críticas por las singulares exigencias para la vestimenta de las promotoras que trabajan en los pasillos del evento, código que ahora fue revisado y modificado.

El “caso Lora DiCarlo” marcó un antes y después en CES, que ahora avanza a través de un camino más inclusivo. Por un lado, restituyeron el reconocimiento a Osé. De hecho, la mujer que lidera esa empresa fue invitada para pensar la nueva filosofía del evento, tal como anunciaron a mediados del año pasado a través del siguiente tuit.

En paralelo, los dispositivos sexuales ahora tienen un espacio admitido en el encuentro tecnológico en los pasillos de exhibición en la sección de salud y bienestar. Eso sí: para estar en uno de los mayores encuentros tech, CTA pide que sean innovadores e incluyan tecnologías nuevas o emergentes.

Después de su inesperada visibilidad en 2019, esa startup vuelve al ruedo en CES 2020. Junto con Osé, presenta en Las Vegas dos nuevos productos, bautizados Onda y Baci, que son bifurcaciones del invento más conocido de esa empresa.

Mientras tanto, CTA anunció que destinará 10 millones de dólares para apoyar a compañías lideradas por mujeres. Por otra parte, si bien la elección de atuendos provocativos como mecanismo de atracción ya había sido prohibido en ediciones anteriores, en 2020 prevén castigos para los infractores, por ejemplo la imposibilidad de acceder a las mejores posiciones en los pasillos del centro de convenciones.

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