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VIVIR UN INFIERNO

04/02/2020

Familia es atacada y discriminada por creencia religiosa

La familia Coito del barrio Caballeriza de Oberá es víctima de agresiones por parte de una patota que los acecha constantemente. Según el decir del padre del hogar, “los ataques se debe por ser evangélicos y por no consumir droga".

Familia es atacada y discriminada por creencia religiosa
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on miedo a diario vive una familia del barrio Caballeriza de Oberá a raíz de la violencia que reciben por parte de una patota de la zona, por el simple hecho de profesar la religión evangélica, así lo manifestó Richard Coito de 41 años a El Territorio, el hombre es padre de la familia integrada por su esposa y tres hijos menores de edad.

Los actos de discriminación iniciaron hace cuatro años aproximadamente cuando la familia Coito se mudó al mencionado vecindario. El infierno que padecían a diario se fue acrecentando y el pasado jueves por la noche la situación salió de control cuando el grupo de malvivientes se acercó al lugar para agredir a los integrantes de la familia estando inclusive, don Richard quien había llegado de su trabajo cerca de las 18:30. Los impunes violentos estuvieron armados con palos y piedras, producto del terrorífico acto, los Coito terminaron lesionados con la vivienda destrozada, esa noche hubo amenazas de muerte y hasta el robo de un equipo musical que uno de los agresores se adueñó al ingresar al domicilio.

Además en referencia a la terrible situación Richard Coito mencionó al medio provincial, “nos atacaron porque somos evangélicos y no estamos metidos en la droga”.

Por otro lado, cabe mencionar que la familia solicitó en el lugar la intervención policial llamando al 911, pero fue desalentador  ya que los descontrolados atacaron al personal que acudió, causando daños además en los móviles. Finalmente cerca de veinte personas que ocasionaron los disturbios se dieron a la fuga y tras un operativo de búsqueda dieron con Carlos V. (21), Elías Miguel M. (19), Elías Manuel M. (18) y Norma P. (48). Además demoraron a dos menores de 15 y 16 años, todos domiciliados en calle Atenas. Las pesquisas continúan para dar con sus cómplices. Mientras que los nombrados  fueron alojados en diferentes dependencias de la UR II bajo los cargos de lesiones, daños, amenazas, atentado y resistencia a la autoridad. Interviene el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.

 

 

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