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or cuestiones éticas, medioambientales, religiosas e incluso hasta por problemas de salud en el último tiempo se incrementó el número de personas que eligen excluir ciertos alimentos de su dieta. Están los vegetarianos, que no consumen carnes y los veganos, quienes dejan de lado todo aquello que tenga origen animal. ¿Qué pasa cuando una mujer embarazada sigue este tipo de dietas? ¿Existe algún peligro para el bebé gestante?
Zulema Stolarza, jefa del Servicio Nutrición y Diabetes del Hospital César Milstein y ex directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición, advierte que “si la mamá decide llevar adelante cualquiera de estos regímenes es fundamental realizar controles frecuentes”. En ese sentido, agrega: “Nosotros no prohibimos, pero sí aconsejamos que se hagan estudios para verificar que estén bien nutridas. Porque al bebé le llega el alimento a través de la madre”.
Según datos oficiales, entre el 1 y el 2 por ciento de la población argentina es vegana, es decir, que no consume productos de origen animal. La diferencia entre ellos y los ovoláctovegatarianos es que ellos excluyen únicamente las carnes, pero no así los derivados lácteos como el queso, el huevo y la leche.
Sin embargo, en ambos casos, ante la falta de carne animal uno de los riesgos más comunes al que están expuestas las personas que deciden no consumirla, es la falta de la vitamina B12, un nutriente cuya función es esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso, así como para la formación de la sangre y de varias proteínas.
De acuerdo a un informe realizado por la Sociedad Argentina de Nutrición, se estima que en la población vegetariana la deficiencia de B12 afecta al 62% de las embarazadas, al 25-86% de los niños y al 21-441% de los adolescentes.
“Tenemos una gran falta de vitamina B12 en veganos, y en ovoláctovegetarianos también. Es que este nutriente está fundamentalmente en la carne, en otros productos no aparece de manera suficiente”, advierte la especialista.
Ante una carencia de glóbulos rojos es probable caer en una anemia. El cansancio, y los dolores frecuentes son algunos de los síntomas más comunes. En ese sentido, Stolarza explica que además "la mujer joven tiene menstruación por lo tanto pierde sangre y es ahí donde está el hierro. Si la mamá está anémica, el bebé también lo va a estar, y esto no es saludable para el bebé. Ese es uno de los grandes problemas", destaca.
Una dieta que puede salir "cara" para los niños
En este marco, los médicos del Garraham interpelados por esta problemática el año pasado llevaron adelante una investigación titulada el “Compromiso neurológico grave por déficit de vitamina B12 en lactantes hijos de madres veganas y vegetarianas”. Es que en los últimos años la prevalencia de los casos en el Hospital aumentaron rápidamente. Según el estudio, de 0,85 casos por año entre 2006 y 2013 se pasó a 3,5 casos por año en el período 2016-2018.
