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VIOLACIÓN A MENOR EN IRIGOYEN

05/05/2020

Barboza: “Él abusó varias veces de mi hija, tiene que pagar por todo lo que hizo”

En diálogo con RADIO STOP, Sabrina Barboza, madre de la niña de nueve años abusada por su propio padre y ex pareja del depravado contó el calvario que le tocó vivir junto a su ex pareja quién además de violento abusó de su hija y a ella bajo amenazas a mano armada la violó.

Barboza: “Él abusó varias veces de mi hija, tiene que pagar por todo lo que hizo”
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abrina Barboza, madre de la niña, al tomar conocimiento que Gilson Dos Santos intentó tirarse del segundo piso del Juzgado de Instrucción Nº 2 manifestó que “no me sorprende las actitudes de él, hace cosas para manipular personas, quiere dar lástima para que no lo condenen”.

Con respecto a que desde la defensa manifestaban que él hombre estaba fuera de sí en ese momento, declaró: “él  sabe el problema en que se metió, y quiere zafar de la situación”.

Contó que hace diez años vive con él entre amenazas y violencia de género, tal situación la llevó a radicar la primera denuncia en la Comisaría de Bernardo de Irigoyen en el año 2019: “desde el principio fue violento, pasaban los años y fue quedando peor. Llegaba, gritaba por cualquier cosa, si le pedias que baje la voz te amenazaba que iba a pegar y lo hizo varias veces”.

Sin embargo la relación siguió, el hombre rogó perdón y ella esperanzada de que éste cambiaría y teniendo en cuenta que es padre de sus hijas decidió apostar por una nueva oportunidad, sin embargo lamentó que su peor error fue continuar con el hombre al encontrarlo abusando de su hija.

Ambos tienen tres hijas; Corina de 9 años quién fue abusada, Ingrid de 5 y Emili de 1 año y cuatro meses que fue tomada como rehén por el depravado. Las niñas, como los vecinos fueron testigos de la violencia del hombre, éste atemorizaba a todos los ciudadanos de la zona.

“Cuando el doblaba los puños y mordía los dientes sabía que se venía alguna violencia después” expresó.

Gilson se dedicaba como albañil y en los últimos tiempos Sabrina relató que ya no era constante su trabajo “no sé por qué razón él no duraba en los trabajos”.

La mujer sostuvo que desde hace tres años el hombre era adicto a las drogas, esto lo llevó a vender varios elementos de la vivienda donde convivían: “vendió la licuadora, su arma, la moto que vale 36 mil pesos negoció por 4 mil, y después me pedía la plata del salario de las nenas para comprar drogas”.

Él se encerraba en el baño, se drogaba y bajo ese efecto Sabrina notaba que era otra persona, “era notable que estaba drogado, cuando estaba alcoholizado consumía drogas y se veía cambios en el”.

La madrugada de ese jueves la mujer escuchó un ruido, se levantó para ir a la pieza de las niñas y cuando prendió la luz se encontró con la trágica escena: su marido se subía la ropa interior y la nena completamente desnuda y al verla se larga a llorar: “lo quería matar, quería hacer tantas cosas, me dio tanta bronca, no podía creer que mi propio marido abusó de nuestra hija”.

 El hombre comenzó a pedir perdón y que no lo denuncie “como sé que es violento le dije que no lo iba a denunciar, entonces se fue pero a las pocas horas volvió”. Finalmente se retiró del domicilio y el viernes ella se presentó en la Comisaría para radicar la denuncia.

El sábado el hombre comenzó amenazarla, le decía que si no lo perdonaba que él la iba  a matar a ella, las hijas y luego se mataba él. Ese día, Sabrina corrió a la Policía a pedir que lo retiren del inmueble pero el domingo éste siguió con las amenazas, la mujer pidió a su hermano y cuñada que vayan a dormir con ellos porque temía por sus vidas y de sus hijas.

Al siguiente jueves –una semana del abuso- rompió la puerta y la amenazó: “me dijo que no grite, no haga ruido porque si la Policía llega nos mataba a todos”. Allí con el cuchillo en mano bajo amenazas abuso de la mujer.

“Ese día sentí mucho miedo, yo creía que él me iba a matar” expresó.

El hombre cerró la casa, y manifestando que nadie más saldrá a la calle y que todos olvidaran lo ocurrido. Al entrar a bañarse ella logra escapar para ir a la Policía, fue allí donde éste tomó de rehén a su pequeña hija de un año y cuatro meses: “Las niñas quedaron con él, no tenía como llevarlas, estaba desesperada porque no tuve opción”.

Pide a Dios y la justicia que tengan piedad de su hija a quién el depravado abuso varias veces de ella y tiene fe de que él pagará por lo que hizo.

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