140/90 mmHg es el límite máximo al partir del cual se considera que una persona tiene hipertensión.
La hipertensión arterial es el primer factor de riesgo de ACV y el segundo de infarto. Entre el 35 y el 45% de los argentinos sufre esta enfermedad y su prevalencia se incrementa con los años, según confirma el cardiólogo Marcos Marín, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). Los buenos hábitos son necesarios pero no suficientes en personas que tienen presión arterial igual o mayor a 140/90 mmHg.
Medicarse en estos casos es clave y combinar drogas (entre dos y hasta tres) en un mismo comprimido quintuplica el efecto antihipertensivo. Esto último surge de una toma de posición conjunta de la SAHA y la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
“Estudios recientes que se hicieron en el país muestran que el 70% de los que se medican contra la hipertensión lo hacen con una sola droga cuando, en realidad, en la mayoría de las investigaciones realizadas en los últimos 20 años destacan la importancia de combinar entre dos y tres”, sostiene Marín.
Aunque aclara que “siempre que sea en un mismo comprimido porque no se logra tanta adherencia al tratamiento cuando la persona debe cumplir con la toma de varias pastillas”.
Las guías de tratamiento internacionales ya venían recomendando el uso de dos o hasta tres drogas en simultáneo junto con la indicación de cambios en el estilo de vida.
Recomiendan controlarse la presión arterial al menos una vez al año.
Y ahora la SAHA y la FAC se suman en esta línea. “Una vez detectada una presión arterial alta, no se puede esperar a que una persona baje 10 kilos o modifique hábitos como la mala alimentación o el sedentarismo. La indicación tiene que incluir medicar con varias drogas”, aporta Marín.
Lo dice no solo como referente de la SAHA sino también como coordinador de la campaña de concientización Conocé y controlá tu presión arterial, que se extiende hasta el 14 de septiembre.
Según Marín, hay mucha gente que minimiza el daño que puede generar la hipertensión. “No solo los pacientes, teniendo en cuenta que es una enfermedad sin síntomas precisos hasta que se desencadena un episodio, sino también algunos médicos que no aprovechan la visita del paciente para medir su presión”, advierte el cardiólogo.
En este sentido, también destaca que “muchas veces llegan al consultorio pacientes de moderado o alto riesgo cardiovascular, con dos o más factores de riesgo, a los que solo se les recomienda un cambio de hábitos o, en el mejor de los casos, se les administra una sola droga en bajas dosis". Y remarca que "en la gran mayoría de esos casos, no tienen su presión controlada”.
Una toma de posición reciente de la SAHA y la FAC, publicada en la revista médica Journal of Human Hypertension, concluyó que “dado que la hipertensión arterial es una enfermedad multifactorial, la combinación de diferentes clases de fármacos aumenta el efecto antihipertensivo por aproximadamente cinco veces, mejorando la tasa de control”.
Desde la SAHA aconsejan utilizar tensiómetros automáticos validados.
Los especialistas de las dos sociedades médicas afirman que, luego de un año de seguimiento, se observa una menor incidencia de eventos cardiovasculares en el grupo de pacientes que recibe combinación de medicamentos en comparación con los de monoterapia.
Pero para tratar la hipertensión, hay que primero detectarla. “Es una enfermedad que se puede diagnosticar fácilmente con un correcto registro de la presión arterial, incluyendo mediciones domiciliarias utilizando un tensiómetro digital”, sostiene Pablo Rodríguez, médico especialista en Cardiología, Medicina Interna e Hipertensión Arterial. Según Marín, todos deberíamos conocer nuestra presión arterial desde la infancia y controlarla al menos una vez al año.
“Estamos hablando de una enfermedad en sí misma que además constituye, entre otros, el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y enfermedad renal crónica. Además es una de las principales causas de discapacidad en gente joven, sobre todo por la prevalencia de ataques cerebrales y por el daño que produce en los vasos sanguíneos de la retina y del nervio óptico”, explica Diego Fernández, especialista en Medicina Interna y Magister en Hipertensión Arterial.
En la Argentina, según el último informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación, 97.231 personas fallecen cada año por condiciones atribuibles a las enfermedades del sistema circulatorio, hipertensión, insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebrovasculares y ateroesclerosis. Para la SAHA, más de un tercio (37.3%) de estas muertes podría evitarse con un control de la presión arterial.
Los datos obtenidos por las campañas de la SAHA entre 2017 y 2021 mostraron que el 50,3% era hipertenso y, de ellos, 6 de cada 10 (65,3%) no tenían su presión bajo control.
Entre estos últimos, el 28,9% directamente no sabía que era hipertenso. En tanto, si bien uno de cada tres (33,5%) estaba bajo tratamiento no lograba llegar a los valores recomendables y un 2,9% con diagnóstico de hipertensión no se trataba.
“Estos resultados no representan datos estadísticos, pero nos sirven para tener un mapa de lo que está sucediendo en la calle y del gran desconocimiento que existe sobre las potenciales consecuencias de la hipertensión”, cierra Marín.