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03/07/2016

Los terribles daños que causan los "padres helicóptero" al volar sobre sus hijos incesantemente

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que a los niños no se les prestaba demasiada atención. Si los adultos hablaban debían guardar silencio, si tenían una rabieta eran ignorados hasta que se les pasara y si estaban aburridos se les daba vía libre para que se entretuvieran como consideraran más oportuno.

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e hecho, el escritor inglés D.H. Lawrence creía que lo mejor para el bienestar de los niños era no hacerles demasiado caso. Tenía tres reglas para educarlos: “dejarlos en paz, dejarlos en paz y dejarlos en paz”.

Sin embargo, poco queda de aquel modelo de educación, hoy hemos caído de lleno en un estilo de crianza que implica convertir a nuestros hijos en el centro de nuestra atención, dándoles todo lo que desean cuando lo desean, sin dilaciones. No hemos sabido encontrar un equilibrado punto medio. Esta alarmante tendencia a la hiperpaternidad se puso de manifiesto primero en Estados Unidos, donde se estima que 1 de cada 10 estudiantes ha sido educado de esa forma.

¿Quiénes son los “padres helicóptero”?

Este término surgió en el año 1969, cuando Haim Ginnott escribió en su libro Between Parent & Teenager: “mi madre sobrevolaba sobre mí como si fuera un helicóptero”. Más tarde, en los años 2000, se retomó para hacer referencia a un fenómeno que se estaba extendiendo entre las familias de clase media de los países más desarrollados.

Los padres helicóptero son aquellos que se preocupan excesivamente por sus hijos, hasta el punto que su relación llega a ser tóxica. Este nuevo modelo de crianza implica que los progenitores asumen un rol hiperprotector, quieren resolver todos los problemas por sus hijos, y desean tomar todas las decisiones, incluso las más intrascendentes. En práctica, es como si estos padres siempre estuvieran sobrevolando a sus hijos, listos para emprender una operación de rescate cuando noten el más mínimo signo de "peligro".

Obviamente, esta relación padre-hijo sobrepasa los límites de lo que se considera psicológicamente saludable. De hecho, estos padres no conocen límites, ni de edad ni de estatus social: pueden llegar a recriminar a los profesores por las malas notas de sus hijos, aunque estos ya estén en la universidad, o incluso pueden acompañarles a la entrevista de trabajo y se enfadan si el entrevistador no les permite entrar durante la prueba.

Su objetivo en la vida es lograr que su hijo sea brillante y que logre todo lo que desea, pero sin que tenga que esforzarse. ¡Eso ya lo hacen ellos! Estos padres organizan la agenda de sus hijos, se encargan de eliminar cualquier problema de su camino y siempre están pendientes de sus resultados.

Algunos de los detalles que desvelan a un padre helicóptero son:

  • Hablan siempre en plural, diciendo cosas como "¡cuántos deberes nos han puesto hoy!", aunque en realidad los deberes son para el niño. No se dan cuenta que de esta manera absorben la identidad del niño.
  • Híper estimulan a sus hijos, llenándoles la agenda de actividades extraescolares, con el objetivo de que estén "bien preparados para la vida". Sin embargo, no se percatan de que así solo logran robarle su infancia.
  • Encierran a sus hijos bajo una campana de cristal, de forma que se convierten en su voz, impidiéndoles que resuelvan sus problemas con los demás. De esta manera, los hijos jamás llegan a desarrollar las habilidades de resolución de conflictos que necesitan para mantener buenas relaciones interpersonales.
  • Brindan una gratificación instantánea, complacen en todo a sus hijos, aunque tengan que hacer enormes sacrificios. Están siempre disponibles para entretener a sus hijos, de manera que estos terminan creyendo que son el centro del universo.

Consecuencias: Padres extenuados, hijos incompetentes

Para los padres, ese deseo de ser perfectos en todo momento y tener que lidiar con los problemas de sus hijos, puede llegar a ser extremadamente agotador. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington desveló que las madres que asumían un estilo de crianza hiperprotector estaban más expuestas a la depresión y el estrés, lo cual se debe a que cargan sobre sus hombros un peso demasiado grande.

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