l chofer del micro de la empresa TurBus que volcó el sábado pasado en Mendoza y dejó como saldo 19 muertos y 22 heridos, Francisco Javier Sanhueza, pidió "disculpas" a los pasajeros y los familiares de las víctimas fatales y reveló que el siniestro "no fue intencional", sino "un accidente".
El chofer, de nacionalidad chilena, permanece detenido e imputado "por homicidio con dolo eventual, lesiones gravísimas, lesiones graves y lesiones leves" y por ese hecho podría enfrentarse a una pena de entre 8 y 25 años de prisión.
"Pido disculpas y ruego a Dios que esas personas a las que les causé todo el daño posible encuentren la calma. No fue intencional, fue un accidente", afirmó Sanhueza.
El conductor, a quien acusan directamente de la tragedia por ir a más de 100 kilómetros por hora en una zona de montaña, negó que en algún momento le hayan dicho los pasajeros que redujera la velocidad.
"Perdí a mi familia, a mi pareja, a mi hijo. Quiero hablar con representantes de la empresa TurBus por una mejor asesoría. No sé si con mi familia han hablado, conmigo nada", aseguró.
Además, añadió: "Me siento totalmente deprimido, desconcertado. Pido disculpas públicas al país por el hecho lamentable".