lrededor de las 22 del jueves, Daniel E. (22) llegó a su vivienda del Lote 181, en Picada Sol Naciente, y llamativamente como era habitual no encontró en el living a su padrastro Ricardo Antonio Fernández de Mora (70).
El joven fue hasta la letrina y notó que en el interior del pozo estaba sumergido, casi en su totalidad, el cuerpo del abuelo. Habría caído al ceder el precario piso de madera.
El hijastro llamó a la Policía e intervinieron en el lugar los efectivos de la comisaría de Dos de Mayo quienes constataron el hallazgo.
También intervinieron el médico policial, peritos de Criminalística y el juez de turno que dispuso la autopsia correspondiente.