Evo Morales quedó impedido de postularse a un cuarto mandato consecutivo en Bolivia y deberá dejar el poder en 2020, en una ajustada derrota que evidencia el desgaste de su proyecto político. Esto lo obliga además a buscar consensos y buscar cómo elegir a su sucesor.
Con 99,72% de actas computadas, el recuento de votos determinó que el NO se impuso con un 51,30% frente a un 48,70% del Sí. Hubo festejos de grupos en algunas ciudades como La Paz, y en los bastiones opositores de Sucre, Potosí y Santa Cruz.
Al comienzo de los conteos tras el final de la votación del domingo el rechazo a Morales llevaba amplia ventaja pero -tal y como había previsto el gobierno- la brecha se cerró al máximo con la llegada al filo del escrutinio del voto rural y campesino, donde Moralesconserva lealtades.
La presidenta del tribunal electoral, Katia Uriona, dijo que sólo proclamará el ganador cuando lleguen al 100% del conteo en los próximos días.
PRIMERA GRAN DERROTA
Morales, de 56 años, empezó a gobernar en 2006 tras imponerse a la oposición en las urnas con el 54% de los votos. El presidente revalidó el cargo dos veces consecutivas por amplia mayoría: en 2010, luego de obtener el 64% de apoyo,y en 2015 con el 61% de los votos.
La Constitución aprobada en 2009, impulsada por el propio Morales, creó la figura de la reelección por una sola vez de manera consecutiva, por gestiones de 5 años, es decir para los dos períodos siguientes: 2010-2015 y 2015-2020.
Para una nueva postulación, Morales necesitaba un nuevo cambio de la ley fundamental que esta vez no consiguió.
Se trata de la primera gran derrota directa que sufre Morales con diez años en el poder, y al que todavía le quedan tres años más al frente del país. Morales es el mandatario con mayor tiempo en el poder en Bolivia.
