Los datos empíricos también confabulan contra el discurso del gobierno bolivariano: en las farmacias no se consiguen medicamentos, en los supermercados las colas son enormes y los productos no alcanzan para todos, la energía tampoco. De hecho, y aunque la noticia pareciera tener un tinte positivo, el sucesor de Chávez decretó por un par de meses que los viernes sean días no laborables para frenar la crisis energética.
Hace pocos días, en un acto público, Maduro fue firme en su punto de vista: “En Venezuela no hay hambre, pasamos un momento difícil pero el pueblo tiene acceso a sus bienes”.
Contrario a lo que dice Maduro, en una filmación corta que fue transmitida a través de la plataforma VivoPlay, 20 personas pelean para quedarse con un par de cebollas que caen de un saco roto.En medio de una desesperación que sorprende por lo dura, una de las personas que está en medio de la trifulca, sin camisa y con media espalda tatuada con el rostro de Chávez, se anima a increpar a Maduro: “Mire cómo nos estamos matando y éramos chavistas. Maduro, póngase las pilas, nos estamos matando por un pedazo de comida”, señala.