a madre alemana en cuya casa aparecieron los cadáveres de siete de sus bebés fue condenada hoy a 14 años de prisión por haber matado a cuatro de ellos asfixiándolos después de nacer.
La corte de Coburg, en el norte del estado alemán de Baviera, absolvió al padre de las criaturas, sobre quien recaía la sospecha de haber ayudado a Andrea Göppner a matar a los pequeños. La pareja, que se separó poco antes de que se encontraran los restos mortales de los bebés, tiene tres hijos que aún están con vida.