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l ministro del Superior Tribunal de Justicia, Manuel Augusto Marquez Pañacios falleció en la madrugada de este viernes en un sanatorio posadeño. Tenía 27 años en el Superior Tribunal y una extensa carrera jurídica.
Manuel Augusto nació un 9 de marzo en el seno de una familia posadeña de clase media. El año era 1936, el mismo en que se dio la masacre de Oberá, el inicio de la Guerra Civil Española y tantas otras desgracias que trajo aquella década, conocida como “La Infame” para nuestra historia. Sin embargo, para la familia Márquez Palacios el año fue feliz: la llegada del segundo hijo, el único varón, fue recibida con euforia, entre sonrisas y lágrimas de felicidad.
Hijo de un Comandante de Gendarmería y Jefe de la Policía Provincial y, una maestra de escuela. Creció en una vieja casona tradicional del Posadas de ayer -hoy desaparecida, víctima del paso de los años y una idea de progreso que hizo estragos en la belleza arquitectónica de la ciudad-; ubicada por la calle San Lorenzo (entre las calles Santa Fe y Sarmiento). Manuel Augusto Márquez Palacios –padre- y María Esther De
Sagastizabal eran un matrimonio con una reputación estelar entre las familias posadeñas. Quienes los conocieron, afirman que fueron la razón tras la forma de ser del Juez, un solidario presente de cuerpo y alma, de hablar estoico y metódico.
Pero el jovencito también tuvo otras influencias determinantes, más allá de su familia, e incluso las personas reales.
El pequeño muchacho encontró una fuente de inspiración en un lugar poco común para la mayoría de la gente: las páginas de las historietas. En ellas encontró a la encarnación de la justicia: el Capitán Maravilla, un superhombre que representaba el sueño infantil de ser grande, fuerte, y sobre todo invulnerable, reveló en un reportaje con la escritora Débora Gómez De Oliveira.
