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al como publicó la revista semanal uruguaya “Búsqueda”, el polémico empresario uruguayo Francisco Casal presentó una demanda ante la mismísima Justicia de los Estados Unidos, relacionada con el FIFA Gate.
El popular “Paco” demandó a varias compañías, empresarios, a la propia Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y sus dos últimos presidentes detenidos por corrupción: el uruguayo Eugenio Figueredo y el paraguayo Juan Ángel Napout.
El objetivo de la demanda, que fue corredactada por la exembajadora de los Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, es “obtener una compensación económica por los ‘daños’ de ‘cientos de millones de dólares’ que les provocaron a sus empresas (es dueño de GolTV y Global Sports).
El escrito sostiene que los denunciados “participaron intencionalmente en un esquema” de coimas para favorecer a algunas empresas en la venta de los derechos de televisación de los torneos organizados por la CONMEBOL, perjudicando así a Casal, que a través de sus empresas había ofrecido prácticamente el doble (805 millones de dólares) de lo que pagó T&C (416 millones).
En la demanda, presentada el pasado 20 de octubre a través del bufete norteamericano Cadbourne & Parke Reynoso y Thomas McCormack ante la corte del Distrito Sur del estado de Florida, Casal reclamó una “indemnización por daños y perjuicios”, asegurando que el “impacto financiero” sobre sus empresas le causó “al menos, cientos de millones de dólares” de pérdida. Por tal motivo, alegaron tener “derecho a recuperar tres veces los daños que sufrieron y el costo de la demanda y los honorarios razonables del abogado”.
El empresario dejó en claro, a través de la demanda, que sus empresas GolTV y Global Sports fueron “víctimas de un esquema de corrupción” y lavado de dinero (descrito por el propio Departamento de Justicia norteamericana en su acusación de diciembre pasado) que le impidieron pujar por los derechos de transmisión del fútbol sudamericano.
Recalcó que podía haber ganado, de no ser porque los dirigentes de la CONMEBOL aceptaron coimas de parte de la empresa que finalmente se hizo con los derechos, aún habiendo ofertado mucho menos.
A nivel dirigencial, la demanda recayó sobre la propia CONMEBOL, actualmente presidida por el paraguayo Alejandro Domínguez (exmano derecha de Napout), y sus expresidentes Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout.
Mientras el uruguayo confesó su participación en los casos de corrupción que declaró Burzaco, logró la prisión domiciliaria en su país y acaba de solicitar la “libertad por gracia” asegurando que ya “pagó totalmente el daño causado”; el paraguayo se declaró inocente, pagó una fianza de 20 millones de dólares y vive bajo arresto domiciliario en Estados Unidos.
