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La administración del cementerio El Salvador, de la ciudad de Puerto Iguazú viene trabajando desde el año pasado con el reordenamiento del predio ubicado en el barrio San Martín, dada la falta de lugar para nuevas inhumaciones, y preocupa la cantidad de tumbas no identificadas y la alta mora de los contribuyentes.
Se supo que son al menos mil las tumbas relevadas, con la complicación de que en la mayoría de los casos no se sabe a quiénes pertenecen, mientras que otras registran deudas de hasta 25 años.
Se espera regularizar la situación citando a los familiares de los fallecidos.
El trabajo de relevamiento culminó y se realizaron algunas obras de mejoras en el cementerio, como el retiro de árboles que estaban destruyendo las construcciones de la sepultura.
Además, se dio inicio a la construcción de muro perimetral, gracias al pago de las tasa.
Estos arreglos, sin embargo, no atacan el principal problema del camposanto iguazuense: el cada vez más reducido espacio para nuevos sepelios.
Por tal motivo, se ha citado a los familiares de los fallecidos que aún tienen identificadas las tumbas para que se presenten a regularizar la situación. De lo contrario, se procederá a retirar los restos óseos y a ubicarlos en un osario, con el fin de desocupar el espacio y así contar con lugar para nuevas sepulturas.
Documentación faltante
Claudio Konopka, administrador de El Salvador, indicó que de las tumbas identificadas, muchas de ellas tienen deudas de hasta 25 años.
“Queremos que se acerquen a regularizar la situación. Se realizan planes de pago para esos casos, pero debemos solucionar este tema por varios motivos, uno de ellos y el más urgente es la falta de espacio”, señaló.
El estado en general del cementerio, no es bueno ya que muchas tumbas no están identificadas y presentan estado deplorable.
Durante mucho tiempo el predio estuvo en estado de abandono, hasta el año pasado, y desde entonces la comuna trabaja en mejorarlo, pero requiere de un arduo esfuerzo que, por el momento, no se ve acompañada por los familiares de fallecidos que allí reposan.
“No tenemos muchos registros, solamente la documentación de los vecinos que se acercan en forma periódica a quienes fuimos solicitando. De la gran mayoría de las tumbas no tenemos ningún papel, ningún documento para poder organizar, pero esto se debe a la mala organización de los encargados anteriores”, manifestó Konopka.
En cuanto a las tasas, se confirmó que este año se produjo un aumento de casi el 60 por ciento, ya que pasó de 700 a 1112 pesos.
Quienes estén al día, obtendrán un descuento del 30 por ciento.
