os delincuentes se llevaron todo lo que encontraron a su paso: “Llevaron elementos que me pertenecían, pero aun no sé exactamente qué cosas, pero entraron mientras estábamos en plena misa” expresó el cura.
El padre Eduardo es el encargado de ofrecer su misa todos los días en la Parroquia San Miguel, uno de los puntos más importantes de la ciudad, que se ubica en el kilómetro 11. Su vivienda, se encuentra detrás de la iglesia.